Ciudad
Informes CLG
Noticias que importan

Científico rosarino alertó sobre el cambio climático: «Es muy preocupante»


Foto: Gentileza Página 12

Rubén Piacentini es director del Grupo de Física de la Atmósfera y participó como jurado en el informe publicado por la ONU: "Tenemos que pedirles a las autoridades que reaccionen, y rápido"

Por Santiago Ceron

El calentamiento global es peor y más rápido de lo temido, señala el último informe de situación del panel de expertos vinculados a la ONU sobre el cambio climático, un lapidario informe que considera «inequívoco» que la humanidad «calentó la atmósfera, el océano y la tierra» hasta un punto que trae riesgos de desastres «sin precedentes». El informe publicado el pasado lunes fue tapa de los principales diarios del mundo, pero la incógnita es si los gobiernos escucharán la alerta. En ese marco, CLG dialogó con Rubén Piacentini, científico rosarino que fue jurado del informe de la ONU, quien brindó detalles sobre las preocupantes advertencias emitidas.

En el documento dado a conocer ocho años después del anterior -que data de 2013- un total de 234 científicos de 195 países participantes coinciden en que, a menos que haya reducciones inmediatas y a gran escala en las emisiones de gases de efecto invernadero, limitar el calentamiento a cerca de 1,5°C o incluso 2°C, ya no será posible.

Los dos objetivos del Acuerdo de París firmado en 2015 son limitar el aumento del calentamiento global inducido por el hombre a un nivel muy inferior a 2°C, y «proseguir los esfuerzos» para limitar el calentamiento a 1,5°C.

Para el secretario general de la ONU, António Guterres, «este informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre cambio climático es un código rojo para la humanidad».

El planeta ya alcanzó los +1,1 ºC y empieza a constatar sus consecuencias: fuegos que arrasan el oeste de Estados Unidos, Australia, Grecia o Turquía, diluvios que inundan Alemania o China, termómetros que rozan los 50°C en Canadá.

El estudio agrega que el incremento de la temperatura seguirá al menos hasta mediados de este siglo, pase lo que pase, y que a partir de 2050 las cosas pueden complicarse aún más.

«Si piensan que esto es grave, recuerden que lo que vemos ahora es solo la primera salva», dice Kristina Dahl, de la organización Unión de Científicos Preocupados (UCS).

Rubén Piacentini es el director del Grupo de Física de la Atmósfera del Instituto de Física Rosario y participó de este informe difundido a escala global en el rol de juradoCLG pudo dialogar con el científico rosarino, quien manifestó su consternación por la situación climática y su porvenir: «Es preocupante. Las conclusiones mencionan, entre otras, que existe irreversibilidad en ciertos factores que determinan el clima y su impacto en la tierra», expresó en primer lugar.

«Un caso de irreversibilidad es el océano. Al calentarse el aire, ese calor se transmite al agua y así se va incrementando su temperatura. Decimos que el agua tiene más ‘inercia’, le cuesta más calentarse que a la tierra, por eso cuando decimos que hay un 1,1°C más que en la época preindustrial, en realidad en la parte de tierra se ha calentado más. Sin embargo, el agua acumula ese calor y va a pasar mucho más tiempo para que pueda volver a la temperatura anterior, eventualmente siglos y algunos hablan de milenios. Por eso se habla de irreversibilidad», ahondó.

Otros daños irreversibles que se advierten en el informe de la ONU es el derretimiento de glaciares y los cascos polares: «Las capas de hielo y los glaciares siempre se derritieron parcialmente cuando viene la época de primavera y verano, pero luego se volvían a constituir como eran anteriormente. Lo que está ocurriendo es que ese proceso ocurre, pero no se reconstituye como antes. Hay glaciares que han desaparecido, tal es el caso del glaciar Chacaltaya de Bolivia: era la pista de esquí más alta del mundo a más de 5.000 metros de altura, y desapareció. Algo similar está sucediendo con el glaciar Upsala de Argentina: comparando una foto que sacaron los sacerdotes salesianos en 1928 y otra del 2004, se ve que retrocedió más de 4 kilómetros», remarcó Piacentini.

Las fotos del glaciar Upsala a las que Piacentini hace referencia: la de arriba es de 1928, la de abajo de 2004

Además, el científico rosarino se refirió al aumento en el nivel del mar, otro de los factores que aborda el informe: «En el último siglo el mar ha crecido unos 20 centímetros en promedio y las proyecciones para este siglo son de entre 50 centímetros y 1 metro. Se hacen modelos según cómo respondamos nosotros: hay modelos optimistas y modelos pesimistas. Ese impacto ya se está viendo: hay lugares donde antes se producían inundaciones con frecuencia de décadas o siglos, pero ahora son muchos más frecuentes. Fenómenos como las inundaciones, los huracanes o los incendios están siendo más intensos y más frecuentes en distintos lugares del planeta».

«La sequía es otro factor producido por el cambio climático y determina mayores incendios. Hay un caso notable en San Bernardino, California, donde gran parte de la población fue afectada por los incendios porque viven en una zona boscosa. Hay personas que han fallecido abrasadas, lo que indica que no tuvieron tiempo de escaparse del fuego a pesar de toda la información que reciben», añadió.

Así devoraban las llamas a Grecia hace apenas una semana

Por otro lado, Piacentini explicó en qué consistió su rol de jurado en este informe y contó que fue coautor de otro estudio de la ONU previo: «En la ciencia es muy común que produzcamos y publiquemos en revistas internacionales, pero antes de su publicación se requiere que el manuscrito sea analizado por pares especialistas en el tema y en general sugieren que dicho manuscrito sea revisado. Esto enriquece el trabajo porque es opinión de otras personas. Lo mismo sucede con estos informes: en este fui jurado y en el anterior de Naciones Unidas, sobre la capa de ozono, fui coautor de dos de ellos».

Sobre uno de estos informes, que fue publicado en 2006, expresó: «Ahora se habla poco del ozono, pero fue un ejemplo notable. Se detectó la destrucción de la capa de ozono, parte de la prensa tomó esa información, la difundió y al principio la mayoría de las autoridades de los países responsables de la emisión de contaminantes de esta capa, no le creyó. Finalmente, cuando la población tomó nota, las autoridades tuvieron que reaccionar. La ONU convocó, se firmó el Tratado de Montreal y sus posteriores Enmiendas promovido por Naciones Unidas. De este modo, comenzaron a eliminarse los contaminantes de la capa de ozono. En el informe del 2006 en el que participé, dijimos que se había detenido la destrucción de la capa de ozono, y ahora se está recuperando. Todo ese informe dio resultado. El tema del cambio climático es algo similar, pero los resultados aún no se están viendo».

En ese sentido, al ser consultado sobre si cree que se pueden esperar resultados similares, indicó: «Soy optimista porque efectivamente los países, tras el Acuerdo de París en 2015, han presentado sus propuestas para reducir las emisiones a la atmósfera de los gases denominados de efecto invernadero, responsables de este cambio climático, que esencialmente son los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón), y sus derivados, como por ejemplo la nafta y el diésel. Hay otros ejemplos, de emisores de contaminantes, tales como el ganado vacuno, los residuos urbanos al aire libre, la producción de arroz o la fertilización agrícola».

De todas maneras, advirtió: «Más de 190 países se han comprometido a reducir estas emisiones, pero cuando se sumaron las contribuciones de todos los países terminó dando que igualmente vamos hacia entre 2,5 y 3 grados de calentamiento hacia fin de siglo. Entonces, se ha pedido que vuelvan a analizar y, en noviembre en Glasgow, se van a reunir los representantes de los distintos estados convocados por Naciones Unidas para una nueva presentación. Hay países que han tomado el tema en serio y hace tiempo que están actuando, y otros que no estaban muy de acuerdo y han hecho muy poco. Hoy la evidencia es tan grande que prácticamente no hay país que no se preocupe».

Consecuencias de las inéditas inundaciones en Alemania durante julio

Entonces Piacentini explicó que puede hacer cada ciudadano para contribuir a la preservación del mundo que habitamos en relación al cambio climático: «Primero, tenemos que pedirles a las autoridades que realmente reaccionen y lo hagan rápidamente. Segundo, hay que ser compradores conscientes. Cada vez que compramos algo es muy probable que lo que compremos esté afectando al planeta si no está detallado en el producto que se han tenido cuidados en la protección del ambiente. Por ejemplo, si uno puede comprar productos regionales, además de ayudar a la gente que vive en la zona, estamos ayudando al planeta porque no tienen necesidad de ser trasladados desde un lugar muy lejano. Si es un producto que viene de muy lejos no sólo implica una contaminación debida al transporte, sino que tal vez haya que mantenerlo refrigerado, lo que implica mayor uso de energía y mayor contaminación».

«En Argentina se recupera muy poco de los residuos que tiramos. Habría que hacer muchísimo más esfuerzo en separar. Lo mismo al comprar un vehículo, analizar cuál consume y contamina menos. Hay una enorme cantidad de posibilidades de colaborar siendo nosotros compradores conscientes», concluyó el científico rosarino.

Esta fue la primera de tres partes del informe de la ONU sobre cambio climático. La segunda parte, prevista para febrero de 2022, mostrará el impacto de estos cambios y cómo la vida en la Tierra se verá irremediablemente transformada en 30 años, incluso menos. La tercera parte abordará las soluciones posibles y se espera para marzo próximo, pero el camino a seguir es -subraya el documento- impulsar la transición hacia una economía descarbonizada, sin emisiones de gases de efecto invernadero.

«Este informe debe poner fin al carbón y las energías fósiles antes que destruyan nuestro planeta», reclamó el secretario general de la ONU, Guterres. «No hay tiempo para esperar, ni lugar para excusas», insistió.