La ministra de Producción dialogó con CLG sobre el duro presente que atraviesan las empresas locales. "Es una realidad preocupante", disparó.
La situación económica nacional y provincial golpea directamente las diferentes industrias. Una gran cantidad de empresas dentro del territorio santafesino han tenido que encontrar diversas maneras para atravesar los momentos complejos, en muchas ocasiones siendo los propios trabajadores los afectados.
La reducción de la jornada o la eliminación de las horas extras aparecen como un balde de agua fría en un contexto en el que la inflación ya hace lo propio para que todo se complique. Desde algunos sectores políticos, solicitan que se declare la emergencia industrial en la provincia. CLG dialogó con Alicia Ciciliani, ministra de Producción de Santa Fe, sobre el pedido y la situación que enfrentan las industrias y los trabajadores.
«No tiene ningún sentido declarar la emergencia, no tendría ningún significado o impacto», aseguró la funcionaria. «Es muy difícil en una ley abarcar instrumentos que impacten en una crisis como esta, porque cada empresa necesita instrumentos distintos», profundizó.
De todas maneras, Ciciliani destacó que desde la provincia se viene trabajando «con programas muy puntuales y muchos instrumentos» para que las empresas en conflicto puedan salir adelante de «esta situación de crisis que es muy preocupante».
Según consideró, más importante que la declaración de una emergencia y más efectivo sería «seguir pidiendo la estabilidad macroeconómica en forma urgente». «Hay problema serio financiero que eso no lo resuelve ninguna ley de emergencia, hay una baja muy grande en el consumo producto de la pérdida del poder adquisitivo de los ingresos», manifestó.
A su vez, señaló que el esfuerzo de los trabajadores en un momento tan complejo «es total». «Han perdido ingresos no sólo por los efectos de la inflación, sino han perdido horas extras y muchos están trabajando con jornadas reducidas. Hay muchas empresas que para bajar costos están con horarios reducidos y ese costo lo llevan sobre sus espaldas los trabajadores y sus familias», sostuvo.
Un ejemplo de esta situación es el de la firma Gherardi en Casilda, que produce sembradores y herramientas de ferretería, hace algunas semanas redujo el trabajo a tres jornadas por semana y pagará un 75% de los días sin producción a sus empleados.
En este sentido, destacó la actitud de los empresarios: «Lo que veo es que quieren retener la mano de obra. Están haciendo un enorme esfuerzo para retenerla». «Ellos saben que es lo más valioso que tienen», agregó.
El conflicto se registra en los distintos puntos de la provincia. «No es un tema de zonas. Están todos impactados por igual, por la falta de un sistema financiero», aseguró. Y añadió: «En cada zona tenés empresas en distinta situación según el grado de financiamiento y según la espalda financiera con que entraron a la crisis».
«Si están solamente vinculadas al mercado interno las tenés con muchos más problemas. Todas las pymes que tienen una pata por pequeña que sea de un porcentaje de ventas al exterior, tienen una situación un poco mejor», explicó.
Para dar una idea del conflicto, hay que mirar los números que señalan las diferentes organizaciones, como la UOM Casilda, que confirmó que más de 500 trabajadores de la región se encuentran en riesgo de perder sus puestos.
En cuanto a las acciones que se toman por parte de la administración en estos casos, contó: «Nosotros tenemos un protocolo junto al Ministerio de Trabajo. Cuando la empresa está en el procedimiento preventivo de crisis nosotros intervenimos como Ministerio de la Producción de forma conjunta con Julio Genesini». «Es un protocolo muy aceitado, para mí es muy eficiente», reflexionó.