Mundo

China vuelve a hablar de «guerra» al Covid-19 por el brote en mercado principal de Beijing


Contabilizan ya 79 casos en la capital china por el brote en el gran mercado de alimentos frescos de Xinfadi, epicentro que cerró sus puertas este sábado

 

El gobierno municipal Beijing anunció hoy que la capital china está en «guerra» contra el coronavirus luego de que aumentaron los contagios vinculados al brote registrado en el principal mercado mayorista de alimentación, que ya suma 79 nuevos casos en los últimos días.

«Beijing entró en un periodo extraordinario. Pueblos y comunidades residenciales deben trabajar rápidamente, en estado de guerra, para prevenir la transmisión del virus en la capital», afirmó hoy en rueda de prensa el funcionario municipal Xu Ying.

Añadió que más de 100.000 trabajadores están ya supervisando 7.120 comunidades de vecinos para evitar una propagación masiva de la Covid-19 entre la población, recoge el rotativo Global Times.

Las autoridades sanitarias pequinesas informaron hoy sobre 36 nuevos casos confirmados el domingo en la ciudad, que está realizando pruebas de ácido nucleico a todo aquel que haya tenido contacto con el gran mercado de alimentos frescos de Xinfadi, epicentro del nuevo brote que cerró sus puertas el sábado pasado.

No obstante, la magnitud del establecimiento, que ocupa una superficie de 112 hectáreas, y tiene 1.500 empleados y más de 4.000 titulares de puestos de venta, y los registros de nuevos casos preocupan por la posibilidad que haya un contagio descontrolado.

Por ello, el gobierno de la capital china dispuso la activación de 193 centros para testear a todas las personas vinculadas al mercado, trabajadores o visitantes, que deben hacerse una prueba de coronavirus.

Hasta el momento se han realizado 200.000 pruebas y sólo el domingo se hicieron test a 76.499 personas, de las cuales 59 dieron positivo por coronavirus, contabilizó hoy Gao Xiaojun, portavoz de la comisión municipal de salud.

El rebrote se produjo una semana después de que la capital china rebajara su nivel de emergencia sanitaria el 6 de junio e hizo sonar las alarmas, por lo que las autoridades pidieron a los hospitales que realicen pruebas de ácido nucleico, test de anticuerpos, tomografías y análisis de sangre a todos los pacientes que lleguen con fiebre.

El origen del foco todavía no está claro, y hasta ahora sólo trascendió que el virus fue detectado en una tabla de cortar pescado empleada por un vendedor de salmón importado.

El epidemiólogo Yan Peng aseguró a la cadena CCTV que, según una investigación preliminar, «la secuencia del genoma muestra que el virus fue importado desde Europa», pero puntualizó que «los científicos necesitan tiempo para esclarecer cómo empezó la cadena de infecciones».

Otro experto consultados por la prensa china advirtió que, teniendo en cuenta la gran afluencia de personas que transitaban a diario por el mercado, será muy difícil rastrear a todas las personas que hayan tenido algún contacto con infectados.

«Es demasiado pronto para juzgar la magnitud de este brote porque la fuente de infecciones sigue siendo desconocida. El número de casos confirmados en las próximas dos semanas indicará si el brote desencadena o no una segunda oleada de contagios en China», comentó al rotativo Global Times el experto Wang Guangfa del Primer Hospital de la Universidad de Beijing.

Wang apuntó que, si el número de nuevos casos confirmados diarios sigue al alza en la próxima semana, el gobierno de la capital china deberá tomar medidas aún más fuertes para evitar una propagación masiva, pero añadió que el brote se produce en un momento en que China ya tiene experiencia para hacer frente al virus.

La crisis en la capital derivó ya en la expulsión de al menos cinco funcionarios, entre ellos el secretario del Partido Comunista de China (PCCh) en Huaxiang, perteneciente a Fengtai, y Zhang Yuelin, gerente del mercado mayorista de Xinfadi.