Estas sanciones son una respuesta a las adoptadas simultáneamente por la UE, el Reino Unido, EE.UU. y Canadá contra responsables chinos acusados de reprimir a los musulmanes uigures en esta región del noroeste de China
El Gobierno chino anunció hoy sanciones contra nueve personalidades británicas, entre ellos varios diputados, así como cuatro entidades acusadas de «propagar mentiras» sobre los derechos humanos en la provincia de mayoría musulmana de Xinjiang.
Estas sanciones son una respuesta a las adoptadas simultáneamente por la Unión Europea, el Reino Unido, Estados Unidos y Canadá contra responsables chinos acusados de reprimir a los musulmanes uigures en esta región del noroeste de China.
Beijing había anunciado sanciones similares a principios de semana contra diez personalidades de la UE, entre ellos miembros del Parlamento Europeo, así como cuatro entidades.
En los dos casos, tanto las personalidades afectadas como sus familias no podrán entrar en suelo chino, ni siquiera en Hong Kong o Macao, precisó en un comunicado la Cancillería china, informó la agencia de noticias AFP.
También quedan congelados su eventuales haberes en China y los ciudadanos chinos no podrán realizar negocios con ellos.
Entre las entidades afectadas por las sanciones figuran la Comisión de Derechos Humanos del Partido Conservador británico, así como el antiguo jefe de este partido, Iain Duncan Smith, y el diputado Tom Tugendhat, que dirige la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de los Comunes.
En Londres, el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, condenó las sanciones chinas y respaldó a los parlamentarios y entidades penalizadas en un mensaje de Twitter.
«Los parlamentarios y otros ciudadanos británicos sancionados por China están desempeñando un papel vital al arrojar luz sobre las graves violaciones de derechos humanos que se están perpetrando contra los musulmanes uigures», escribió.
«La libertad de expresarse en oposición al abuso es fundamental y estoy firmemente a su lado», agregó.
En Beijing en su rueda de prensa diaria, el vocero de la Cancillería, Hua Chunying, acusó a Estados Unidos, el Reino Unido, naciones aliadas y medios occidentales de estar llevando a cabo acciones para subvertir la unidad y el desarrollo de China.
Hua sostuvo que las sanciones contra los funcionarios chinos por Xinjiang son parte de un elaborado complot para desestabilizar la región y no reflejan ninguna preocupación real por los derechos de los musulmanes.
El vocero agregó que las sanciones anunciadas hoy son necesarias para «defender los intereses y la dignidad de China», informó la agencia de noticias china Xinhua.
“Durante largo tiempo, Estados Unidos, Reino Unido y otros países se sintieron libres de decir lo que quieran sin permitir que otros hagan lo mismo”, expresó Hua y subrayó que esos días terminaron y Occidente «tendrá que acostumbrarse gradualmente».
El canciller británico, Dominic Raab, dijo en Twitter que el abuso de los musulmanes uigures en Xinjiang fue «una de las peores crisis de derechos humanos de nuestro tiempo» y que la comunidad internacional «no puede simplemente mirar para otro lado».
«Dice mucho que, mientras el Reino Unido se une a la comunidad internacional para sancionar a los responsables de abusos de derechos humanos, el Gobierno chino sanciona a sus críticos», reiteró.
Según Raab, si China quiere refutar de manera creíble las denuncias de abusos de los derechos humanos en Xinjiang, debería permitir que el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos tenga pleno acceso para verificar la verdad».