Las cancelaciones se producen después de que el viernes pasado se informaran dos casos de transmisión local en Beijing
La ciudad capital china de Beijing decidió este lunes restringir actividades y festejos habituales o planeados por Año Nuevo después de que autoridades sanitarias informaran días atrás de un par de contagios de coronavirus de transmisión local.
El parque de diversiones Happy Valley, ubicado en el este de Beijing y muy visitado para esta época, anunció que cerrará a las 17:30 a partir de hoy y cancelará un concierto y una serie de celebraciones y actos previstos para estos días.
Un espectáculo de pirotecnia desde la Torre de Televisión Central de Beijing que dura del 31 de diciembre al 3 de enero también fue cancelado por precaución debido a la pandemia de Covid-19, informó la cadena de noticias CNN.
Las cancelaciones se producen después de que el viernes pasado se informaran dos casos de coronavirus de transmisión local en el barrio de Shunyi de Beijing, donde las autoridades desplegaron de inmediato un operativo de rastreo de contactos.
Como parte de este operativo, residentes del barrio hacían fila hoy afuera de centros de testeo, mientras responsables controlaban datos sanitarios almacenados en códigos QR de visitantes en hospitales de la ciudad, informó la agencia de noticias AFP.
La ciudad realizó 838.270 test hasta el domingo por la tarde en su última ronda de pruebas masivas, dijo el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Beijing. De las muestras recolectadas, se obtuvieron cinco personas identificadas como contactos cercanos de los dos casos iniciales que arrojaron resultados positivos para el virus.
Ayer, funcionarios de Beijing desalentaron a las personas de asistir a ferias y reuniones por las festividades de Año Nuevo y agregaron que la celebración de eventos importantes deberá pasar por un estricto proceso de solicitud y revisión. China celebra su propio Año Nuevo, que es su festividad más importante, en febrero próximo. Pero en las grandes ciudades también hay festejos al estilo occidental la noche del 31 de diciembre.
El gigante asiático, donde el virus fue detectado por primera vez un año atrás, logró contener la propagación de la enfermedad y su economía funciona normalmente. La aparición de estos nuevos casos, no obstante, hizo que fueran reforzados los controles médicos, con chequeos de temperaturas y testeos e inspecciones en aeropuertos, ante la amenaza de un rebrote con la llegada del invierno.
Trabajadores vestidos con trajes especiales desinfectaban hoy las áreas de embarco y desembarco de pasajeros en aeropuertos y puertos, como parte de una rápida movilización para contener posibles rebrotes. El gigante asiático registró 4.634 muertos y unos 87.000 contagios desde la aparición de la enfermedad en su ciudad central de Wuhan, en diciembre de 2019. China no incluye los casos asintomáticos dentro de su recuento de contagios, sino que los informa por separado.