El país asiático es el primero en poner en marcha un programa de vacunación experimental contra la Covid-19 entre su población civil
China está entre los países que encabeza la carrera global por desarrollar una vacuna contra el coronavirus: cuatro de sus proyectos se encuentran en la tercera y última fase de ensayos clínicos. Sin embargo, su gobierno no esperó que concluyan las pruebas para comenzar su aplicación y desde hace un mes comenzó a vacunar a sus “trabajadores civiles esenciales”.
Zheng Zhongwei, miembro de la Comisión Nacional de Sanidad, lo reconoció durante una entrevista concedida a la televisión estatal CCTV y replicada por el diario El País. Zheng enmarcó esta decisión dentro de un “programa de acceso de emergencia” que se remonta al pasado 22 de julio, aunque no reveló cuál de los prototipos está siendo empleado. De este modo, el gigante asiático se convierte en el primer país en poner en marcha una campaña de vacunación experimental entre su población civil, dado que su equivalente ruso no empezó a aplicar el tratamiento.
“Hemos preparado una serie de planes que incluyen formularios de consentimiento médico, seguimiento de efectos secundarios, rescates y compensaciones para asegurar que el uso de emergencia está bien regulado y monitorizado”, argumentó Zheng. Esta posibilidad está contemplada en la Ley de Vacunas y desarrollada por un protocolo aprobado por el Consejo de Estado el pasado 24 de junio, el cual permite que soluciones que todavía no han recibido la licencia definitiva de las autoridades competentes sean empleadas en individuos con alto riesgo de ser infectados.
La legislación establece que esta debe ser inoculada primero en grupos especiales, entre los que se cuentan los trabajadores sanitarios de primera línea y los funcionarios. Dicho movimiento pretende asegurar que una ciudad puede seguir funcionando en caso de que se produzca una crisis sanitaria. La Comisión Nacional de Sanidad se plantea ahora extender este programa piloto a más participantes.
Según reveló Zheng, algunos de los colectivos propuestos son aquellos que se desempeñan en mercados mayoristas de alimentación –foco original de los brotes anteriores en Wuhan y Pekín–, así como trabajadores del transporte y la industria. Actualmente se desconoce el número total de vacunas que se han aplicado al margen de los ensayos clínicos que prosiguen en el exterior -entre ellos en Argentina- dado que los casos en suelo chino no son suficientes.
El gobierno logró superar el virus por medio de la combinación de testeos masivos, confinamientos selectivos y rastreos a partir de Big Data. De acuerdo a sus dudosas cifras oficiales, China reportó 43 nuevos contagios en las últimas 24 horas, todos importados, lo que supone el noveno día consecutivo sin transmisiones domésticas. Solo 971 infecciones permanecen activas (1%) tras registrar un total de 90.205 hasta la fecha.