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Chile: sancionan proyecto que da inicio al proceso de reforma constitucional


Con una votación que terminó 38-3, el Senado dio vía libre para avanzar en el cambio de la Constitución, una de las demandas tras el estallido social

Con una votación que terminó 38-3, el Senado dio vía libre para avanzar en el cambio de la Constitución, una de las demandas tras el estallido social

El Senado chileno sancionó hoy el proyecto que pone en marcha el proceso de reforma constitucional, una de las demandas centrales surgidas del estallido social que comenzó el 18 de octubre.

La norma, que había sido aprobada el miércoles por la Cámara de Diputados, incluye una convocatoria a un plebiscito para el 26 de abril, cuando los chilenos decidirán si quieren una nueva constitución y elegirán los mecanismos para redactarla.

La compulsa en el Senado terminó con 38 votos por la aprobación del proyecto y 3 en contra.

En otra votación, con un resultado de 23 a 14, los senadores rechazaron la idea de incluir artículos en defensa de la paridad de género, la reserva de escaños para asegurar la representación de los pueblos originarios y probables mejoras en las condiciones de competencia para los independientes en la elección de los miembros de comisión que redactará la nueva constitución.

La Constitución chilena fue sancionada en 1980, en tiempos de la dictadura de Augusto Pinochet, y señalada por la ciudadanía durante el estallido social como el gran escollo para construir un país más justo.

El presidente Sebastián Piñera se resistió en un principio a hablar sobre la necesidad de una reforma, pero a medida que crecía la violencia en las protestas de las más grandes ciudades de Chile cambió de postura y terminó impulsando el debate, previo acuerdo entre los principales partidos políticos.

Las violentas manifestaciones en Chile, seguidas de cruenta represión, dejaron una veintena de muertos, cerca de 3.000 heridos y más de 300 personas con traumas oculares, además de cientos de denuncias de torturas y otras violaciones de derechos humanos, según datos oficiales.

La situación erosionó la popularidad de Piñera, cuyo gobierno padece la desaprobación del 80 por ciento de los chilenos, de acuerdo con las últimas encuestas conocidas.

La oposición impulsó sin éxito la inclusión de las normas en favor de las mujeres, los pueblos originarios y los independientes, punto en torno a los cuales hubo discrepancias en la coalición oficialista Chile Vamos, debido a que algunos legisladores rechazaron la idea y otros se mostraron a favor de habilitar de ese debate.

La puesta en marcha del mecanismo de reforma deriva del “Acuerdo por la paz y una nueva constitución” firmado hace un mes por las grandes fuerzas políticas de Chile, por entonces cercadas por semanas enteras de violentas protestas y denuncias sobre todo tipo de delitos y abusos en la represión por parte de las fuerzas de seguridad.

En el Senado la sesión transcurrió en calma y en medio de medidas de seguridad extraordinarias adoptadas para evitar que se repitieran los incidentes reportados ayer en la Cámara de Diputados, donde el debate fue interrumpido por una manifestación de feministas descontentas.

Lo aprobado por el Parlamento es la reforma al capítulo XV de la Constitución, que permite el llamado al plebiscito y la realización del proceso constituyente para una nueva carta magna.

Según el acuerdo firmado por los partidos políticos, el plebiscito resolverá dos preguntas. En la primera, los ciudadanos tendrán que responder si quieren o no una nueva Constitución. En la segunda, deberán pronunciarse sobre qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución, una «convención mixta constitucional», compuesta al cincuenta por ciento por parlamentarios y otra mitad por ciudadanos electos para la ocasión; o una «convención constitucional», para la que todos sus integrantes serán electos para este efecto.

La elección de los miembros de ambas instancias se realizará en octubre de 2020 conjuntamente con las elecciones regionales y municipales bajo sufragio universal.

El órgano constituyente que se elija deberá aprobar las normas y el reglamento de votación por un quórum de dos tercios de sus miembros.

Una vez redactada la nueva Carta Magna, esta será sometida a su ratificación en otro plebiscito mediante sufragio universal obligatorio, consignaron medios locales.