El presidente chileno Sebastián Piñera promulgó este miércoles la Ley de Identidad de Género. La norma le permitirá a una persona trans mayor de 18 años socilitar el cambio de nombre y sexo en una oficina de Registro Civil bajo su propia voluntad y solo con el requisito llevar dos testigos.
La medida abarca también a los menores de 14 a 18 años, quienes para solicitar la modificación deberán contar con el permiso de, al menos, un tutor o representante legal.
Tras cinco años de debate en el Congreso, el gobierno puso en vigencia esta ley que acabará con una injusta «discriminación» en «una sociedad con demasiados prejuicios», afirmó Piñera durante la promulgación de la ley en el palacio de gobierno. «Todas las personas somos iguales, en dignidad, en derechos, en deberes, y en consecuencia deben ser los arquitectos de sus propias vidas», agregó el mandatario.
«Hoy damos una salto histórico que mejorará la calidad de vida de la población trans. Se reconoce un derecho tan básico como el de la identidad, un derecho que la mayoría tenemos al nacer, pero que a la población trans se lo quitan al nacer», señaló Rolando Jiménez, dirigente del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh).
La norma no permite a los menores de 14 años acceder a este cambio de sexo, pero el presidente Piñera aseveró que «sí son reconocidos» como tal. Dejar fuera de la ley a los menores de 14 años «es una evidente violación a los derechos humanos que esperamos sea corregida», manifestó en cambio Jiménez.
La norma fue propuesta durante el primer gobierno de Sebastián Piñera (2010-2014) como una forma de saldar una deuda con la comunidad trans, que contabiliza 17 muertos desde el año 2002 debido a su condición sexual, según un estudio del Movilh presentado en marzo pasado. Durante 2017 se registraron 484 casos de «episodios de odio», entre ellos dos asesinados, en contra de trans en Chile, 152 más respecto al año anterior, indicó el Movilh.
La norma ha sido duramente cuestionada por instituciones religiosas -con gran influencia en Chile- y sectores conservadores de la política chilena, que también han manifestado su indignación por la promulgación de otras normas como el Acuerdo de Unión Civil, que reconoce oficialmente a las parejas del mismo sexo.
La Ley de Identidad de Género ganó visibilidad tras la repercusión mundial de la película chilena «Una mujer fantástica», que ganó un Óscar, interpretada por la actriz transgénero Daniela Vega.
Un proyecto enviado al Congreso por la expresidenta Michelle Bachelet en su segundo mandato (2014-2018) propuso implementar el matrimonio igualitario, pero tiene pocas posibilidades de ver la luz debido a la oposición de las bancadas derechistas conservadoras.
En 2012, el terrible asesinato del joven homosexual Daniel Zamudio a golpes en una plaza de Santiago a manos de una banda de neonazis derivó en la promulgación de una ley antidiscriminación que sanciona los actos arbitrarios motivados por el sexo, raza o condición social.