Chile, anfitrión de la próxima cumbre mundial del clima, pidió mayor compromiso para evitar un «holocausto» ambiental, según el presidente Sebastián Piñera que lanzó oficialmente este jueves la próxima COP25, que reunirá en diciembre a 196 países.
Llegó el momento en que todos nos unamos para enfrentar esta verdadera tragedia, para que no se transforme en un holocausto», dijo Piñera en una ceremonia en el palacio presidencial de La Moneda.
La reunión, que congregará a unas 20.000 personas, se desarrollará entre el 2 y el 13 de diciembre, con la presencia de una treintena de presidentes y representantes de países y organizaciones ambientalistas, para concretar nuevos compromisos que den una respuesta más efectiva a los estragos del cambio climático.
Un país vulnerable
Chile aceptó realizar esta cumbre – tras la negativa del presidente brasileño Jair Bolsonaro a organizarla en Brasil – en medio de la vulnerabilidad de su territorio a los efectos del cambio climático, con una desertificación galopante, la desaparición acelerada de sus glaciares y una economía basada en el uso intensivo del agua para la agricultura y la minería.
Chile «es un país muy vulnerable, porque reúne siete de las nueve condiciones de vulnerabilidad que identificó Naciones Unidas», afirmó Piñera. Desde hace 50 años, en Chile las lluvias han disminuido en promedio un 5% por década, mientras que la temperatura subiría entre 0,5 y 1,5 grados Celcius hasta el año 2050. A esto se suma que más de 50% de su matriz energética procede de combustibles fósiles como petróleo o carbón, según datos oficiales.
«En Chile no se va a construir ninguna central termoeléctrica a carbón más», anunció Piñera durante el lanzamiento de la COP25, concretado un viejo anhelo de las organizaciones ambientales. La meta del país sudamericano, de acuerdo al mandatario, es llegar al año 2030 con el 70% de su matriz energética procedente de energías renovables. Otros cálculos oficiales han planteado llegar al 100% una década después. Actualmente, estas fuentes limpias y renovables representan el 20% de la matriz energética local.
El tiempo se agota
En esta próxima edición, Chile quiere hacer hincapié en la protección de los océanos y la Antártida, aunque también planteará el resguardo de bosques, ecosistemas y la biodiversidad.
«Va a ser una gran oportunidad para que el país y el mundo entero tomen verdadera conciencia de que el tiempo se está agotando y que cada día, las metas se hacen más urgentes y requieren más ambición y más exigibilidad. Por esa razón, llegó el tiempo de la acción», manifestó el gobernante.
Piñera aseveró que el mundo «está lejos» de cumplir los objetivos de la COP24, realizada el año pasado en Polonia, en la que se acordó la reducción de gases de efecto invernadero y disminuir el aumento de la temperatura, hacia fines de este siglo, a no más de un grado y medio. El evento se realizará en el Parque Bicentenario de la comuna de Cerrillos, en Santiago. El gobierno estima un presupuesto público de 35 millones de dólares para organizar la cumbre, que se verá completado por el aporte de privados.