Por segundo día consecutivo, la Constituyente chilena no puede sesionar para empezar sus funciones, ya que ayer debía comenzar pero la sede no contaba con conexión a internet y dentro del recinto no había espacio suficiente para los 155 convencionales
La presidenta de la Convención Constituyente chilena, la académica mapuche Elisa Loncón, denunció hoy “problemas políticos” por parte del Gobierno para prestar toda la ayuda para que el órgano comience su tarea de escribir una nueva Carta Magna, tras una nueva suspensión de la sesión por fallas técnicas.
“Las explicaciones han sido insatisfactorias porque aluden razones técnicas, pero aquí hay una cuestión de fondo que es política”, dijo Loncón en conferencia de prensa desde la sede pautada para la Convención, el Palacio Pereira (antigua sede del Congreso), en el centro de Santiago.
Por segundo día consecutivo, la Constituyente chilena no puede sesionar para empezar sus funciones, ya que ayer debía comenzar pero la sede no contaba con conexión a internet y dentro del recinto no había espacio suficiente para los 155 convencionales.
“Hubo meses para instalar, hubo contrataciones anteriores, había tiempo para probar que los sistemas funcionaran y todo eso no se hizo”, denunció Loncón, quién también dijo que estos hechos dan “malas señales al país”.
La Convención Constituyente debía comenzar sus funciones ayer y se espera ahora que recién lo haga mañana, informó Radio Cooperativa.
Ante las constantes fallas de la sede estipulada para la convención, el rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, puso “a disposición» las sedes e infraestructura de la casa de estudios «de Arica a Puerto Williams», en un anuncio que hizo a través de su cuenta en Twitter.
El vicepresidente de la Convención Constituyente, Jaime Bassa, agradeció el gesto del rector y ya están reunidos para evaluar las condiciones de esa institución para trasladar la sede de las sesiones.
“Este es un problema político, no que haya faltado algo”, dijo Bassa, quien remató diciendo que la Convención “está contando con la obstrucción del Ejecutivo”.
También la presidenta del Colegio Médico (Colmed), Izkia Siches, puso a disposión a los expertos de la institución «para trabajar con todos los constituyentes y asegurar las condiciones sanitarias para tan relevante labor».
Desde el Gobierno, el subsecretario de la Secretaria General de la Presidencia, Máximo Pavez, reconoció que “hubo lamentablemente errores técnicos que impidieron el normal funcionamiento” de la Convención y afirmó: “Nos pusimos a disposición de mejorar todo aquello que sea necesario mejorar”.
Distintos grupos de constituyentes, como los de la Lista del Pueblo, calificaron el hecho como “un show mediático, una vergüenza y un show ordinario”.
Por su parte, constituyentes del Partido Socialista (PS) han pedido la renuncia del ministro Secretario General de la Presidencia, Juan José Ossa, a quién se acusa de ser el máximo responsable de no tener listo el Palacio Pereira para iniciar las actividades de la Convención que dejará atrás la Constitución escrita en 1980 durante la dictadura cívico militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
La Convención que deberá redactar una nueva Carta Magna en Chile quedó instalada este domingo, tras algunas demoras causadas por choques entre manifestantes y policías en los alrededores del recinto de sesiones, y quedó presidida por una mujer mapuche.
El cuerpo comenzó oficialmente a sesionar a las 12.40 horas del pasado domingo, casi 3 horas después de los previsto, luego de la suspensión temporal por disturbios cerca de la sede de la ceremonia.