Este martes se conmemora un nuevo aniversario del inicio de la Guerra de Malvinas. 37 años atrás comenzaba un conflicto bélico que marcó para siempre la historia argentina. Hasta el día de hoy, Claudino Chamorro, presidente del Centro de Ex soldados Combatientes de Malvinas, sigue luchando para homenajear a los héroes de la guerra. CLG dialogó con él, quien contó cómo vive cada 2 de abril.
En aquel, de 1982, Chamorro estaba cumpliendo servicio militar en el Batallón de Infantería de Marina N° 5 en Río Grande, Tierra del Fuego. El día 8 llegó a las Islas donde se quedó hasta el 14 de junio. “Nosotros combatimos con los ingleses el 13 y el 14, un día antes de la rendición y después estuvimos seis días como prisioneros”, recordó.
A pesar de haber estado en el conflicto bélico y luego privado de su libertad, la finalización de la guerra no significó para Claudino volver a abrazar a sus seres queridos. Si bien llegó al continente, arribando a Ushuaia el 23 de junio, tuvo que quedarse a cumplir los cuatro meses de servicio militar que le faltaban
Recién el 5 de septiembre de 1982 pudo volver a la ciudad de Rosario. Todo ese tiempo, no lo sufrió tanto: “Los días no se hicieron tan largos porque teníamos mucha ansiedad de volver y reencontrarnos con nuestra familia”.
Al cumplirse un nuevo aniversario, el veterano rosarino contó que lo vive “con mucho sentimiento y emociones, ya que es una fecha muy cara hacia los sentimientos de la patria”. Pero no todos sienten lo mismo.
“Cada uno vive su 2 de abril. Creo que el significado de todo esto es recordar a nuestros héroes y mantener la viva la memoria de la causa Malvinas”, describió.
Que nadie sea olvidado, ese es el objetivo que tienen los ex Combatientes desde aquella vuelta. “Nosotros, los que volvimos, los que fuimos dignos de volver, tratamos de que en cada lugar y en cada rincón de nuestra patria sean recordados y homenajeados. Esa es nuestra consigna», expresó.
Los años pasan y los gobiernos cambian, pero sin embargo, los veteranos sienten que todos siguen, de alguna manera, la misma política de Estado hacia las Malvinas, la indiferencia. Pese a ello, los ex combatientes sienten la gratificación de los demás ciudadanos y por eso, deciden realizar tareas solidarias.
“Después de volver de Malvinas, tras muchos años de olvido y de indiferencia, en el ’91 baja la mano protectora del Estado y nos otorga una pensión graciable. En ese tiempo fue otorgada diciendo que era para subsanar el daño ocasionada a los excombatientes, después se volvió honorífica”, manifestó Chamorro, y agregó: “Nuestra decisión es de devolver, porque esa pensión que percibimos son los aportes que ha hecho nuestro pueblo. Entonces nosotros no podemos quedarnos de brazos cruzados esperando llegar a ir a cobrar en una fecha una pensión».
«Hay mucha gente que hoy necesita que se le brinde ayuda. Por eso hacemos las acciones solidarias, como en las catástrofes o inundaciones. Tratamos de brindar un plato de comida que a muchos les falta, cosa que no debería pasar, pero en este país hay muchas necesidades”, explicó.
El ex combatiente comentó: “Para nosotros es una manera de devolverle a nuestro pueblo todo el reconocimiento que tenemos de parte de ellos”, y añadió: “Nuestro trabajo nos llena de orgullo, lo vamos a seguir haciendo mientras tengamos la fuerza necesaria, y cuando no la tengamos lo harán nuestros hijos, nuestros nietos, que son los que seguirán con la causa Malvinas”.
En el 2017, desde el gobierno de Mauricio Macri publicaron un mapa de la Argentina sin las islas. Para Chamorro, esta situación fue una de las más de lo que él denomina “la desmalvinazación”.
“Cada gobierno sistemáticamente fue desmalvinizando. Lo de los mapas nos puso muy mal por no tener el respeto hacia nuestros héroes. En esas islas hay jóvenes soldados que combatieron en Malvinas que hoy están en sus tumbas. Ellos son el fiel reflejo de soberanía que tenemos sobre nuestras islas. No poner eso en el mapa de nuestro territorio fue una falta de respeto hacia nuestros héroes y los familiares”, criticó.