Política y Economía

CFK consideró erróneo catalogar el proyecto de ley como «reforma judicial»


La vicepresidenta escribió un mensaje público con diversas consideraciones sobre la “Ley de Organización y Competencia de la Justicia Federal”. Hizo hincapié en que los desacuerdos se saldan en el Congreso Nacional

Ante el enorme revuelo que se generó en relación a la comúnmente denominada “reforma judicial”, que se tratará este jueves en el Congreso de la Nación, la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner realizó fuertes consideraciones. Para empezar consideró errónea catalogar de esa manera a la “Ley de Organización y Competencia de la Justicia Federal”.

“A este proyecto que crea juzgados en la Ciudad de Buenos Aires y en todo el país, aborda cuestiones de competencia, que le da una mayor transparencia al ingreso y al sorteo de causas e introduce la perspectiva de género, se lo ha titulado erróneamente <<Reforma Judicial>>”, escribió la ex presidenta en su página web.

En el mensaje, que se difundió luego en redes sociales, CFK añadió: “La verdad es que haciendo honor a la precisión semántica que deben tener nuestras palabras, en nuestro país en los últimos 20 años solamente ha habido dos reformas judiciales”.

De esta manera, Cristina detalló que la primera fue enviada por ella como presidenta en 2013, votada por el Parlamento y dejada sin efecto por el Poder Judicial “al afectar sus privilegios”.

“La segunda, fue una reforma realizada de facto, sin ley y contra la Constitución. La realizó Mauricio Macri a partir del año 2015, cuando asumió la Presidencia de la Nación. Una reforma de facto operativizada únicamente sobre la justicia Federal Penal de la Capital Federal, más concretamente sobre los tribunales de Comodoro Py, y con el oscuro objetivo de perseguir y encarcelar opositores políticos y empresarios”, aseguró.

Finalmente, la vicepresidenta afirmó que “el país todavía se debe una verdadera reforma judicial, que no es la que vamos a debatir este jueves”. Pero destacó que “la primera actitud que debe tener la totalidad del sistema político argentino, cualquiera sea su postura ideológica y partidaria, es aceptar que cualquier diferencia, no sólo respecto de la organización del Poder Judicial o de la necesidad de su reforma, sino de cualquier otra cuestión sobre la que no haya acuerdo, tiene un solo lugar de discusión y resolución: el Congreso de la Nación”.