La petroquímica multinacional bajó la persiana para mudar su producción a Brasil. Hace tres años quiso cerrar esta planta, pero el gobierno nacional intervino para evitarlo
La fábrica multinacional de productos agroquímicos Dow cerró su planta en la ciudad de Puerto General San Martín con la notificación de despido a unos 40 operarios que se enteraron este mismo viernes por la mañana.
La comunicación formal de la empresa Dow Química Argentina indicó que se cumplirá con el pago de indemnizaciones ajustadas a ley, según confirmaron en el Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu).
Sin embargo, este mismo viernes se realiza una reunión en la sede Rosario del Ministerio de Trabajo provincial entre la empresa y el gremio.
Esta mañana un nutrido grupo de trabajadores se acercó al portón de acceso a la planta, en busca de explicaciones de la empresa, más allá del telegrama de despido.
Según informó la compañía en un comunicado, la decisión «nada tiene que ver con el contexto actual de la Argentina ni de la provincia de Santa Fe en particular», sino que responde a una «constante retracción de la demanda de poliuretanos a nivel global». En ese sentido, Dow explicó que en el último año también cesaron operaciones en plantas similares en América del Norte, Europa y Asia.
«El respeto por las personas y la integridad son dos de los valores fundamentales de Dow», afirmó la firma, detallando que se ofrecerá a los empleados afectados «un paquete de beneficios económicos y sociales para atravesar este momento».
Dow, que lleva más de 65 años en Argentina, remarcó que continuará comprometida con su complejo productivo de Bahía Blanca, el cual es considerado «la operación más grande de América Latina» en la producción de etileno y polietileno. En dicha planta, señaló, «en los últimos cinco años se concretaron importantes inversiones» con el objetivo de potenciar el crecimiento y la sostenibilidad.
El cierre de la fábrica puertense ya había estado a punto de concretarse en 2021, pero entonces el gobierno nacional intercedió y evitó mientras tanto que la empresa se retirara.
Ahora no hubo tal intermediación y el gobierno nacional no se ocupó de frenar este desenlace.
Se trata de una reconocida fábrica de agroquímicos que se instaló en el cordón industrial en los ’90, dentro de un grupo que en el país produce poliuretano para otras industrias en el sector metalmecánico, automotriz y de colchonería.