La celiaquía o enfermedad celíaca es una alergia no mediada por inmunoglobulina E (IgE), un anticuerpo implicado en la alergia y en la respuesta inmune contra organismos patógenos que, cuando no media, significa que los mecanismos inmunológicos no se han definido y que los síntomas necesitan mayor cantidad de alimento o más tiempo para manifestarse. Debido a esto el diagnóstico puede tardar años lo que puede llevar a tener problemas de salud graves.
La definición más actual de celiaquía es que se trata de trastorno sistémico de base inmunológica, causado por la ingesta de gluten y proteínas vegetales (prolaminas), que afectan a individuos genéticamente predispuestos. Esta enfermedad puede afectar por igual a hombres y mujeres, pero es mayor la prevalencia en mujeres, suele aparecer ya en la infancia aunque también hay casos diagnosticados en edad avanzada.
Causas de la celiaquía
Base genética
La causa exacta de la enfermedad celiaca se desconoce pero sí se ha concluido que tiene una base genética ya que en múltiples ocasiones hay más de un miembro de una familia que la padecen. La principal consecuencia de la celiaquía es que la reacción a la ingesta de gluten desencadena una respuesta inmunitaria en el intestino delgado que, con el tiempo, ve dañadas las vellosidades que lo revisten y que se encargan de la absorción de nutrientes.
No hay grados de celiaquía y se han apuntado como factores de riesgo para padecer la enfermedad:
- Antecedentes familiares de celiaquía o dermatitis herpetiforme.
- Padecer diabetes tipo 1.
- Tener un trastorno autoinmune de origen tiroideo.
- Tener síndrome de Down o síndrome de Turner.
- Padecer enfermedad de Addison.
- Tener artritis reumatoide.
La celiaquía puede ser:
- Sintomática. Presentar síntomas.
- Subclínica. No hay síntomas pero las pruebas diagnósticas pueden ser positivas.
- Latente. Individuos diagnosticados que no tienen síntomas si comen gluten y su mucosa intestinal es normal porque tras el inicio de la dieta sin gluten la enfermedad permanece en estado subclínico.
- Potencial. Predisposición genética por positivo del gen HLA y sus haplotipos DQ2 y DQ8.
Síntomas de la celiaquía
Según la edad
Los síntomas y complicaciones de la enfermedad celiaca pueden variar según la edad:
- En la infancia: vómitos; diarreas; náuseas; pérdida involuntaria de peso; astenia; irritabilidad; pelo frágil; músculos poco desarrollados en nalgas, muslos y piernas; leucopenia; fallo de crecimiento; trombocitosis; dislexia; autismo; o hiperactividad.
- En la adolescencia: anemia ferropénica; dolor abdominal; diarrea y/o estreñimiento; meteorismo; hepatitis; dermatitis atópica; queilitis angular, lesión inflamatoria en la comisura del labio; cefaleas; epilepsia; retraso puberal o primera regla tardía; artritis crónica juvenil; o epilepsia.
- En la edad adulta: diarrea; apatía; irritabilidad; astenia; inapetencia; pérdida de peso; dermatitis herpetiforme; anemia ferropénica; osteoporosis; artritis; colon irritable; abortos; infertilidad; menopausia precoz; epilepsia; cáncer digestivo; transaminasas altas en el hígado (hipertransaminemia); o funcionamiento incorrecto de los nervios periféricos (neuropatías periféricas).
Diagnóstico de la celiaquía
Análisis y biopsia intestinal
El examen físico, la historia clínica y el análisis serológico para detectar niveles elevados de anticuerpos contra el gluten como los anticuerpos anti-gliadina, anti-endomisio, anti-reticulina y anti-transglutaminasa son los primeros pasos para el diagnóstico. La confirmación llega con una biopsia intestinal para comprobar si tiene las vellosidades dañadas.
Tratamiento y medicación de la celiaquía
Dieta sin gluten
El único tratamiento contra la enfermedad celiaca es evitar los alimentos con gluten (trigo, cebada, bulgur, malta, centeno, sémola, espelta, triticale, ingredientes que contengan gluten como la harina de estos cereales, el almidón modificado, estabilizantes alimentarios, suplementos nutricionales, medicamentos…). Para el celiaco respetar la dieta, leer el etiquetado con atención, evitar la contaminación cruzada en la manipulación de alimentos en casa y comer en establecimientos que respeten las normas de seguridad alimentaria para las personas celiacas es fundamental para alcanzar y mantener un buen estado de salud.
El especialista puede recetar, además, suplementos vitamínicos y minerales para mejorar el estado nutricional del enfermo que no tengan gluten en su cobertura o en su formulación.
Prevención de la celiaquía
Apoyo colectivo
La celiaquía no tiene prevención pero mantener una calidad de vida y bienestar depende del grado de concienciación sobre la propia enfermedad y cómo el entorno, familia y amigos, pueden apoyar para evitar contaminaciones cruzadas. Las guías de asociaciones sobre alimentos libres de gluten, recomendaciones para la vida diaria y, sobre todo, el mantenimiento de la dieta son fundamentales para evitar las complicaciones de la enfermedad y conseguir llevar una vida normal.