La situación podría llevar a tomar medidas más restrictivas para la población si los números no mejoran en los próximos 10 días
El presidente catalán, Quim Torra, advirtió hoy que la norteña región atraviesa un momento «crítico» por el repunte de casos de coronavirus en la última semana, que podría llevar a tomar medidas más restrictivas para la población como un nuevo confinamiento obligatorio si la situación no mejora en los próximos 10 días.
«No me temblará el puso a la hora de tomar decisiones más drásticas», dijo Torra en conferencia de prensa, después de un fin de semana marcado por las restricciones impuestas a la vida nocturna, uno de los principales focos de preocupación de las autoridades.
Diez días atrás, el gobierno catalán pidió a más de tres millones de personas que residen en Barcelona y su área metropolitana que «no salieran de sus casas» más que para lo imprescindible, y prohibió las reuniones de más de 10 personas, además de reducir la ocupación de bares y restaurantes, debido a que los contagios en estas zonas mostraban un aumento mayor que en el resto del país.
A pesar de ello, Torra explicó hoy que la región del norte del Estado Español sumó más de 5.400 positivos en la última semana, una «situación demasiado crítica» ante la que pide un «gran esfuerzo colectivo» para evitar «nuevas y restrictivas medidas».
«Nos encontramos delante de los diez días más importantes de este verano», avisó el dirigente independentista, refiriéndose al tiempo que hará falta para saber si se puede enderezar la situación y evitar un nuevo confinamiento obligatorio.
Según Torra, durante ese plazo se puede «evitar que pasemos a una situación como la de marzo», cuando el Ejecutivo español decretó el estado de alarma.
Las regiones de Aragón, Cataluña y Madrid concentran el 60% de los casos de coronavirus relacionados con los brotes activos en España, siendo el territorio catalán el que más positivos acumula en los últimos 14 días, más 8.500.
Si bien Torra avisó que la situación es «crítica» en cuanto al incremento acelerado de positivos, luego matizó que se está «muy lejos» de los peores momentos de la crisis sanitaria de la primera ola, cuando los hospitales se vieron desbordados, ya que ahora la presión está en la asistencia primaria, que en poco tiempo puede «verse desborda».
«Está en nuestras manos evitarlo», subrayó el presidente catalán, quien se dirigió especialmente a los jóvenes, que son la mayoría de los afectados por los rebrotes -actualmente en una media de edad de 37,5 años-, y están haciendo caso omiso a las recomendaciones de las autoridades en lo que respecta al ocio nocturno.
«El botellón no es una fiesta, es una acto de insolidaridad», enfatizó Torra después de que la medida aprobada el viernes último por su Gobierno de cerrar bares a la medianoche y obligar a que no abran los boliches derivara en un aumento de las concentraciones de jóvenes que beben en plazas y en la vía pública.
«Todos hemos sido jóvenes y entendemos lo que es el verano, pero no quiero que Cataluña vuelva a pasar por una situación como la de marzo ni tener 6.000 muertos encima de la mesa», afirmó el político independentista.
Al margen de la alerta lanzada a la población, Torra aseguró que Cataluña es «un destino seguro» para los turistas, después de que el gobierno francés haya recomendado a sus ciudadanos no viajar a la región y, por su parte, el Reino Unido anunciara una cuarentena a los viajeros que regresan de España.
La decisión del Gobierno británico, que provocó el anunció del mayor operador turístico de cancelar sus operaciones hasta el 9 de agosto, llevó a que el Ejecutivo español intensificara en las últimas horas los contactos diplomáticos con Londres para excluir de la cuarentena territorios como las islas Baleares y Canarias, que son los principales preceptos de turistas británicos.