Familiares y amigos de María de los Angeles Paris, la bibliotecaria que murió en 2017 en la seccional 10ª, se concentraron este martes por la mañana en la puerta del Centro de Justicia Penal para reclamar que se tome la acusación penal elevada con uno de los médicos forenses que realizaron la primera autopsia del cuerpo de la docente.
A dos años del hecho, Federico Pallaro, abogado de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, afirmó que los cuestionamientos hacia el profesional de la salud están basados en los resultados de la segunda autopsia que se le practicó a los restos de la mujer.
Paris trabajaba como bibliotecaria en el Complejo Educativo Gurruchaga. La tarde del 3 de mayo de 2017, la mujer ingresó a la comisaría 10ª, ubicada en Darragueira al 1100, para denunciar un robo. Varias horas después, la joven fue hallada muerta en un cuarto de esa dependencia.
A partir de ese momento se inició una investigación penal y la primera autopsia reveló que la muerte de no había sido violenta, sino natural. Ese estudio fue rechazado por los familiares de Paris, quienes se constituyeron en querellantes y tuvieron que insistir con varias presentaciones en los tribunales para que la pericia se repita.
La nueva autopsia, realizada por forenses nombrados por la Corte Suprema de Justicia de la Nación, detectó signos de violencia en el cuerpo y puso en duda que la mujer haya fallecido en forma natural. Así fue que Erica Salazar, hija de la víctima, denunció al médico forense que firmó la primera necropsia.
La familia de María de los Angeles ya había expresado en diciembre pasado el temor a que la causa en la que se investiga cómo se produjo su fallecimiento se archive y todo quede impune.