A mediados del año pasado, crearon una comisión para investigar la muerte del joven en febrero de 2020 tras salir del boliche Ming. La legisladora Bruera afirmó que “hay evidencias suficientes para empezar a investigar un homicidio doloso”
Este jueves por la mañana diputados provinciales que presiden e integran la Comisión de Investigación y Seguimiento por la muerte de Carlos “Bocacha” Orellano brindaron una conferencia de prensa en la que expresaron que “hay evidencias suficientes como para empezar a investigar un homicidio doloso” del cual fuera víctima el joven que fue hallado sin vida y con claros signos de golpes y asfixia, tras salir del boliche Ming en febrero pasado.
En diálogo con la prensa, la diputada Matilde Bruera, presidenta de la comisión, comentó que “el motivo de la creación de la comisión (sabrán que no se crea una comisión por cada homicidio) es que hay sospechas de que este homicidio fue cometido por fuerzas de seguridad privadas con vinculación con la policía”. Y añadió: “Este sería un caso de violencia institucional que ocupó especialmente a la Cámara de Diputados”.
La legisladora aclaró que como diputados entienden cuáles son sus facultades y cuáles las de la Justicia, pero que tras recabar toda la información del caso, entrevistar a la familia, los abogados y peritos, seguir detenidamente la investigación fiscal, entre otras cosas, consideran necesario impulsar la investigación como un nuevo caso de violencia institucional.
“Tenemos un testigo sobreviviente de un hecho similar. En Rosario hay casos similares, como el de Franco Casco y Pichón Escobar. Tenemos documentación, el informe de la Dra. Virginia Kreimer, que es especialista en este tema y en la aplicación del protocolo de Minnesota. Estábamos esperando los estudios complementarios de la autopsia, que llegaron hace un par de días. Como es de público conocimiento, estos informes tienen conclusiones muy importantes para avalar la hipótesis de un homicidio doloso”, ahondó Bruera.
“Creemos que es obligación de todos los poderes del Estado hacer un esfuerzo para que se esclarezcan hechos de violencia institucional. Desde el Poder Judicial y el Ministerio Público de la Acusación, que es el poder responsable de la investigación, todos los poderes del Estado somos responsables de aportar al esclarecimiento de estos hechos. El Estado y las fuerzas de seguridad que se han creado para proteger la vida, la integridad y los derechos de las personas, no pueden incurrir en atentados tan graves contra la vida de las personas. Si lo hacen no pueden ser encubiertas”, dijo la legisladora con contundencia.
En la conferencia, de la que también participaron organizaciones sociales, representantes de la querella y el legislador Carlos Del Frade, la diputada expresó que la comisión fue creada “para que esto no vuelva a suceder y que se esclarezca este hecho, para impulsar la investigación”. Además, contó que existen tres leyes en discusión en la cámara de Diputados respecto al tema. “Hay una muy importante que es la creación de la Agencia de Control, que tiene una estructura que incorpora un control externo a las fuerzas y un control preventivo. Hay que evitar llegar a esto. Pensamos que la función de la Cámara de Diputados es avanzar en políticas en función de la prevención de la violencia institucional. Hay que debatirla, tratarla y cambiar la estructura policial”, concluyó.
El boliche
“Tenemos información sobre la noche siguiente a este hecho. No se cerró el boliche porque en el inicio de la investigación hubo muchas irregularidades. Hay cuatro policías imputados. Esas irregularidades hicieron que, en lugar de intervenir la Unidad de Homicidios Dolosos, intervenga la Unidad de Homicidios Culposos. No resguardaron el lugar de los hechos, se llevaron cosas, entraba y salía el dueño y todo el que quería. No hubo resguardo del lugar. Los testigos dicen que se sacaron cosas del lugar. Eso es un hecho grave y es una de las deficiencias graves que tiene la investigación”, indicó Bruera.
Los informes
En relación a los informes recientemente analizados por los diputados santafesinos, Bruera analizó: “Se detectaron lesiones vitales, esto significa que fueron producidas en vida. Coincide con lo que nos había adelantado la perito de parte. Las lesiones se relacionan con la hipótesis de una asfixia antibraquial, que es una metodología que suelen usar las fuerzas de seguridad. Es una compresión externa producida con el brazo”.
Además, el cuerpo de Bocacha “tiene golpes con lo que podría ser una barra en el hueco posterior a la rodilla. Tiene un edema de pulmón y ruptura de las paredes alveolares. Estos son signos de asfixia, que se relacionan con las compresiones y los golpes externos en la zona del cuello y de los hombros”.
Los estudios confirman entonces “golpes vitales y asfixia”, pero otro dato muy importante que sacan a relucir es que “no se detectaron en el cuerpo restos ni de alcohol ni de otra sustancia tóxica”.
“Tenemos una policía que tiene una historia de estar vinculada a la violencia. Por eso sabemos que es una práctica la metodología de asfixia, sabemos que todo lo que dice el cuerpo de Carlos Orellano es una vieja práctica que ya conocemos. Además de diputada soy una vieja criminalista y esto lo he visto muchas veces en casos donde hay sospechas de violencia policial. He visto ambas cosas, cuáles son las prácticas y cuáles son las cadenas de encubrimientos”, finalizó Bruera.