El financista Luis Herrara estafó a más de 300 personas
En la primera jornada de la audiencia imputativa contra el financista Luis Herrera y sus hijos, Diego e Ignacio, se revelaron detalles que generaron indignación entre los aportantes que confiaron en su mesa de dinero, paralela a la agencia de bolsa «Fernández Soljan». Uno de los datos más relevantes fue el giro de cinco millones de dólares a cuentas en Florida, Houston, Texas y paraísos fiscales, con el objetivo de evitar que dichos fondos pudieran ser detectados al momento de su convocatoria en 2021.
El fiscal Miguel Moreno, a cargo del caso, destacó que estas cuentas en el exterior no fueron informadas durante el proceso concursal y que Herrera «mintió al juez del concurso y a la sindicatura». La familia ya estaba imputada por estafa, administración fraudulenta y asociación ilícita, y tras dos intentos fallidos de convocatoria de acreedores, la Justicia civil declaró la quiebra.
Según lo expuesto en el Centro de Justicia Penal, en 2020 se registraron movimientos de dinero desde una cuenta en Morgan Stanley, el banco de inversión estadounidense, hacia administradoras de fondos y sociedades comerciales en Estados Unidos y las Islas Vírgenes. Los montos transferidos oscilaron entre 150 mil y 500 mil dólares, alcanzando un total aproximado de cinco millones de dólares justo antes de que Herrera entrara en default en septiembre de 2021.
El fiscal señaló que el dinero transferido al exterior podría haber sido utilizado para adquirir propiedades en Florida y en un complejo en Pinamar. No obstante, parte de los fondos aún no tienen un destino claro, ya que la trazabilidad se perdió tras los giros a las financieras extranjeras.
Además, Moreno mencionó que en 2020 los financistas transfirieron 970 mil dólares desde su cuenta personal a una vinculada al mercado de futuros Matba Rofex, donde Herrera ocupaba el cargo de tesorero. Para el fiscal, este movimiento tuvo como objetivo encubrir su patrimonio.
Un esquema Ponzi en evolución
De acuerdo con la investigación, desde 2017 Herrera comenzó a desviar parte de las inversiones de sus clientes, instaurando un esquema Ponzi. Para 2020, las inversiones prometidas dejaron de realizarse, consolidando lo que Moreno describió como «un plan criminal de estafa».
Por otro lado, se sumaron imputaciones por desobediencia fiscal. En 2024, Herrera habría girado 6 mil dólares desde una cuenta no declarada a su abogado Diego Luengo, a pesar de la prohibición judicial vigente en el marco de la investigación.
El fiscal solicitó a la jueza que Luis Herrera y sus hijos permanezcan en prisión preventiva por un plazo de dos años, argumentando la gravedad de los delitos y el riesgo procesal. La audiencia pasó a cuarto intermedio y se reanudará este viernes por la mañana.
Impacto en los afectados
Los nuevos detalles expuestos en la audiencia agravaron la situación para los acreedores de la mesa de dinero. Según Moreno, «el dinero recibido por los financistas nunca se destinó a las inversiones prometidas, sino que fue desviado para otros fines».
La audiencia continúa con la expectativa de avanzar en el esclarecimiento del destino de los fondos y la responsabilidad penal de los involucrados.