A 17 años del crimen de María Marta García Belsunce en el country Carmel de Pilar, el viudo Carlos Carrascosa aseguró este viernes que quiere morir «inocente» y poder participar como particular damnificado del tercer juicio oral que se realizará por el caso. El proceso será entre agosto y octubre del año próximo con el ex vecino Nicolás Pachelo y dos vigiladores como acusados.
«Espero que para la época en la que empiece el juicio, yo ya esté definitivamente absuelto en la causa por la Corte Suprema y que pueda ir al debate como testigo y particular damnificado», dijo Carrascosa (74).
«Lo único que quiero es morirme inocente y tratar de descubrir quiénes fueron los verdaderos asesinos de mi mujer», agregó el viudo que espera que la Corte Suprema de Justicia de la Nación defina su situación final en el expediente.
Es que en abril pasado, desde la Procuración General bonaerense se presentó un último «recurso en queja» para que el máximo tribunal del país revoque el fallo que en 2016 absolvió a Carrascosa del homicidio de su esposa.
En tanto, fuentes judiciales informaron que el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4 de San Isidro ya fijó las fechas para el tercer juicio oral.
Los jueces Osvaldo Rossi, Federico Ecke y Alberto Gaich dispusieron un total de 20 audiencias de debate que se realizarán todos los días lunes y miércoles a partir del 3 de agosto y hasta el 14 de octubre de 2020, salvo los feriados.
El juicio tendrá la particularidad de desdoblarse en dos sedes, ya que los lunes se hará en la sala del TOC 7 en avenida Centenario 456 y los miércoles en la del entrepiso de los tribunales de la calle Ituzaingó 340, la misma donde en 2007 fue juzgado Carrascosa y en 2011 los familiares y amigos de María Marta.
Además de Pachelo (43), por el crimen de María Marta también serán juzgados dos ex vigiladores privados de Carmel: Norberto Glennon (54) y José Ramón Alejandro Ortiz (42).
Pachelo estará defendido por su abogado Roberto Ribas y la acusación estará en manos de los fiscales Andrés Quintana y Matías López Vidal.
La fiscalía había pedido que el polémico vecino también sea juzgado en el mismo debate por los robos que le atribuyen haber cometido junto a dos golfistas en el country Tortugas de Pilar durante Semana Santa de 2018, causa que lo mantiene preso desde el año pasado.
Sin embargo, el TOC 4 decidió desdoblar los dos debates y Pachelo enfrentará primero, entre el 6 y el 17 de abril de 2020, el juicio por los cinco robos en Tortugas.
Lo curioso es que los dos coimputados con los que Pachelo fue detenido en esa causa, el golfista Matías Osvaldo Marasco (41) y su caddy Iván Alfredo Martínez (31), no estarán junto a él en el banquillo de los acusados, porque serán juzgados por un TOC de Morón.
Es que a Marasco le imputan una participación en otro robo ocurrido en 2017 en el country Los Pingüinos de Ituzaingó, en la casa de un jugador de póker -como Pachelo-, que había ganado un torneo en Rosario y a quien le entraron en la casa para barretearle la caja fuerte.
En su requerimiento de elevación a juicio, los fiscales de Pilar Quintana y María Inés Domínguez acusaron a Pachelo y a los vigiladores Glennon y Ortíz de «robo agravado por haberse cometido mediante el uso de arma de fuego -apta para el disparo- en concurso real con homicidio criminis causa agravado por el uso de arma de fuego».
La hipótesis de estos fiscales, que desde 2017 hicieron una revisión de toda la investigación, es que Pachelo, Ortiz y Glennon asesinaron a García Belsunce cuando ella regresó a la casa y los sorprendió robando un cofre metálico que pertenecía a la asociación «Damas del Pilar», de la que María Marta era vicepresidenta, y que contenía dinero, chequeras y la llave de una caja de seguridad.
La socióloga García Belsunce (50) fue hallada muerta el 27 de octubre de 2002 en su chalet del country Carmel de Pilar, con su cuerpo semisumergido en la bañera y su marido Carrascosa declaró siempre que él pensó que había sufrido un «accidente» y se había golpeado la cabeza con una viga y las canillas.
La autopsia practicada a 36 días del hecho comprobó que había sido asesinada de seis balazos en la cabeza con un arma calibre .32 largo que nunca apareció.
En el primer juicio realizado en 2007, el viudo fue condenado por encubrimiento pero luego, en segunda instancia, lo sentenciaron por el homicidio.
Sin embargo, en 2016 fue absuelto por el Tribunal de Casación bonaerense, decisión confirmada por la Suprema Corte provincial y posteriormente apelada por la Procuración General ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, que aún no resolvió la cuestión.