La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) cifró hoy en 683 el número de personas muertas en lo que va del año en las tres principales rutas migratorias en el Mediterráneo, sobre todo en la occidental.
Según el organismo de la ONU, 426 migrantes murieron en la ruta central, que sale de Argelia, Túnez y Libia rumbo a Italia; 53 en la ruta este, que lleva a Grecia y 204 en la ruta del oeste.
«Los fallecimientos registrados en las tres principales rutas del mar Mediterráneo a lo largo de estos 199 días de 2019 alcanzan los 683 individuos, en torno al 47 % menos de las confirmadas durante el mismo período en 2018», explicó la OIM en un comunicado.
Agregó que si bien las llegadas mensuales a España se han reducido en relación al año anterior, las muertes en la ruta del Mediterráneo occidental siguen siendo altas, «con 204 muertes registradas durante poco más de seis meses de este año, en comparación con 296 en este momento en 2018».
España ha pasado a ser el destino favorito de la mayoría de los migrantes después de que el gobierno italiano endureciera sus políticas y alcanzara un acuerdo con la Guardia Costera de Libia para evitar que refugiados y solicitantes de asilo pisen tierra italiana.
Los datos se desprenden del «Proyecto Migrante Desaparecido», un proyecto de la OIM que, desde 2014, registra sistemáticamente las muertes en las rutas de migración en todo el mundo.
Desde entonces, han registrado la muerte de 32.362 migrantes, aunque aclaran que «debido las dificultades para recopilar información sobre estas personas y el contexto de sus muertes, la verdadera cantidad de vidas perdidas durante la migración es probable que sea mucho mayor», afirma la organización.