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Casi 50 opositores fueron acusados de «subversión» en Hong Kong


La escalada de tensión entre el Gobierno chino y la oposición en Hong Kong tiene una repercusión directa y en general inmediata en la relación de Beijing con las principales potencias occidentales, principalmente Reino Unido y Estados Unidos

En plena tensión entre China y las potencias occidentales, las autoridades locales de Hong Kong acusaron hoy a 47 opositores, entre ellos los máximos líderes del movimiento de protesta que pide más autonomía de Beijing, del delito de «acto de subversión».

«La Policía inculpó esta tarde a 47 personas por ‘complot en vistas a cometer un acto de subversión'», anunció la fuerza de seguridad en un comunicado, en el que explicó que este cargos puede desembocar en condenas máximas de cadena perpetua, según la agencia de noticias AFP.

En 2019, la región, que cuenta con una semi autonomía desde que fue devuelta por la potencia colonial Reino Unido a China, fue testigo de masivas protestas que rechazaban las iniciativas legales y políticas para comenzar a reducir esa autonomía que la diferenciaba de la llamada China continental.

Al principio las manifestaciones fueron permitidas, pero cuando crecieron y se sostuvieron en el tiempo, tanto el Gobierno chino como sus aliados en el Ejecutivo local de Hong Kong comenzaron a resistir.

Un hito fue la aprobación en mayo pasado de una ley de seguridad nacional que habilitaba los delitos de subversión, secesión, terrorismo y colusión con fuerzas extranjeras, una medida que fue inmediatamente denunciada por la oposición y organizaciones de derechos humanos como una forma de criminalizar la disidencia política.

En enero pasado, la tensión volvió a escalar en la región china cuando la Policía encabezó una redada masiva que terminó con 55 detenidos, entre ellos algunos de los principales dirigentes opositores, por realizar elecciones primarias de cara a unos comicios legislativos que finalmente fueron cancelados por la pandemia.

Beijing consideró que las primarias, en las que participaron unas 600.000 personas, fueron una «provocación» ya que muchos de los candidatos opositores que se presentaron ya habían sido rechazados por el Gobierno chino, quien se reserva -gracias a una reciente ley- la posibilidad de vetar a los candidatos antes de su registro oficial.

Hoy, un mes después, muchos de ellos fueron acusados formalmente de uno de los delitos aprobados el año pasado.

«La democracia nunca es un regalo del cielo. Se gana con una voluntad de hierro», declaró Jimmy Sham, del Frente Civil de Derechos Humanos, una organización que defiende la no violencia y que organizó varias manifestaciones en 2019, tras conocerse la noticia.

«Permaneceremos fuertes y lucharemos por lo que queremos», agregó.

La escalada de tensión entre el Gobierno chino y la oposición en Hong Kong tiene una repercusión directa y en general inmediata en la relación de Beijing con las principales potencias occidentales, principalmente Reino Unido y Estados Unidos, dos países que ya han impuesto sanciones por este tema.