Este lunes, la Sala I de la Cámara de Casación Penal de Entre Ríos rechazó el recurso de casación y confirmó la sentencia dictada el 21 de mayo de 2018 que condenó al cura Justo Ilarraz a 25 años de prisión.
Illaraz fue hallado culpable de abusar sexualmente de siete menores de edad entre 1984 y 1993 en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo.
Ahora, el sacerdote permanecerá en prisión domiciliaria con tobillera electrónica hasta que la sentencia quede firme. La condena la cumple en un departamento de la localidad entrerriana de Paraná.
En el fallo, pronunciado de forma unánime, los magistrados consideraron verídicos los testimonios de las víctimas y criticaron el encubrimiento jerárquico de la Iglesia Católica.
«Celebramos que la Justicia dé lugar a las denuncias por estos perversos seriales que tanto daño han hecho, y siguen haciendo a nuestros niños», expresaron desde la Asociación Contra el Abuso Sexual, citada por El Once, y agregaron: «Por lo menos no podrá salir a seguir cometiendo sus fechorías«.