En la previa a la discusión del Presupuesto 2019 en la Cámara baja, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, mantuvo contactos con dirigentes del PRO, con quienes acordó entrar en una etapa de «silencio transitorio», en pos de mantener la paz interna en Cambiemos.
Se trata de una suerte de tregua, que no durará para siempre, ya que la diputada nacional no tiene intenciones de dejar de lado sus críticas al ministro de Justicia, Germán Garavano, y al presidente del club Boca Juniors, Daniel Angelici, a quien acusa de «operar» en Comodoro Py a favor del Gobierno.
La socia fundadora de Cambiemos tuvo contactos el último fin de semana con el asesor José Torello y con el abogado Fabián «Pepín» Rodríguez Simón, cercano al presidente Mauricio Macri y de buena relación con Carrió.
La legisladora permaneció en su casa de la localidad bonaerense de Exaltación de Cruz y, tras escuchar a los emisarios del Poder Ejecutivo, decidió iniciar un período de silencio mediático, a fin de distender el denso clima interno, pero insiste en que el Presidente debe correr al funcionario y a su amigo personal del trato con la Justicia.
Según confirmaron fuentes cercanas a Carrió en diálogo con NA, la diputada y el jefe de Estado siguen sin dirigirse la palabra.
La semana pasada, la presentación del pedido de juicio político contra Garavano había tensado la cuerda al máximo en el oficialismo, por lo que ahora se espera que lentamente comience a aflojar.
Este miércoles, la líder de la CC estará presente en el recinto de la Cámara baja para acompañar el proyecto de Presupuesto 2019, que Cambiemos necesita aprobar si quiere llegar a tener el tema cerrado antes de que comience la Cumbre del G20, el próximo 30 de noviembre.
En el entorno de Carrió no se animan a arriesgar cuánto durará la tregua, ya que su disconformidad con las actuaciones de Garavano y Angelici está lejos de terminar.
La legisladora y Macri se vieron el pasado jueves 11 en un acto oficial en el Centro Cultural Kirchner (CCK), donde se saludaron fríamente y no se hablaron.
Luego, la diputada dijo que pospondría el pedido de juicio político para «distender», pero cinco días después lo presentó, con la firma de diez legisladores de su bloque.
Macri, por su parte, ratificó en su cargo a Garavano, que tras la embestida de Carrió le ofreció su renuncia, algo que no aceptó.
El viernes último, el jefe de Estado hizo referencia a su socia al cerrar el Coloquio de IDEA en Mar del Plata.
«Algunas cosas puedo explicar, otras no», aseguró Macri entre risas, ante una pregunta sobre la situación del país y la relación con Carrió.