CLG recorrió comercios del sector, desde donde indicaron que el kilo no baja de los 750 pesos. "Todo aumento y así es imposible; muchas carnicerías estamos al borde de la quiebra", reconocieron
Un reciente informe del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (IPCVA) indicó que en un año, el precio de la carne aumentó 90,3% y el asado de tira subió 101,5%, haciendo inaccesible para muchos argentinos el consumo de este alimento. Para ver cómo se encuentra el sector de carnicerías en la ciudad, CLG recorrió diversos comercios del rubro. Los trabajadores coincidieron en que, actualmente, comer asado “es un lujo”.
Los carniceros entrevistados por CLG indicaron que la gente “busca mucho los cortes económicos, para milanesa, el pollo, el cerdo. La gente lleva menos cantidad, todo limitado”. Y que con los considerables aumentos “la venta de carne mermó un montón”.
El informe del IPCVA detallaba que el asado de tira se incrementó 101,5% en el último año. Si bien la gente opta por carne de pollo o cerdo, que le resulta más accesible, estas también subieron por arriba de la inflación, un 64,8% y 63,7%, respectivamente.
Los carniceros rosarinos coincidieron en que el kilo de carne no baja de los 750 pesos y que los costos para ellos se modifican cada dos semanas. “Los aumentos se dan de a poquito, quizás un 5%, un 10%. Pero cuando sumás todas las veces que aumentó en el mes, se siente”, afirmó un carnicero de la zona de Buenos Aires al 800.
Mientras que un colega de Laprida y Zeballos añadió: “Cada quince días aumenta un 5% el costo de la carne. Uno no lo vuelca a la venta al público, cada vez se restringen más los márgenes de ganancia. Las carnicerías familiares estamos al borde de la quiebra. Estamos desesperados económicamente. Aumenta todo, es imposible de sostener”.
Los trabajadores no mostraron muchas esperanzas de que la cuestión se active. “El tema venta de carne está totalmente deprimido, no sólo por el alto costo de la carne sino por la crisis económica y el Covid. Ponen trabas a las exportaciones de carne y eso hace que suba inexplicablemente el precio para consumo interno. Paralelamente, la inflación hace que los costos de la carne suban, los sueldos no suben y, en un país con 50% de inflación anual, es imposible que la gente pueda acceder a un kilo de carne que vale, promedio 700 pesos”, aseguró el hombre a CLG.
“Estamos congelando las planchas de asado porque no se consume. Antes era normal vender tres o cuatro planchas de asado en el día, diez planchas los fines de semana. Ahora, esa venta desapareció. Estamos al borde de la quiebra”, reiteró.
Mientras la situación no mejora, los carniceros buscan formas de mantenerse en pie. “Buscamos hacer ofertas en cantidad, trabajamos todos los medios de pago. El que más pide la gente es Billetera Santa Fe, que también tenemos. El efectivo cada vez se usa menos”, concluyó uno de los trabajadores del sector.
Mirá la nota completa: