El próximo 24 de noviembre llega a Netflix la película "El cuaderno de Tomy", protagonizada por Valeria Bertuccelli. CLG dialogó con su director
Por Mario Luzuriaga
«Tener cáncer es como tener gripe. Nada vergonzoso, solo que mil veces peor». Esa es una de las frases que vamos a escuchar de Marie, una mujer que enfrentó a su enfermedad con humor y mucha ironía. «El cuaderno de Tomy» está inspirada en la historia de «Marie Vázquez y El Cuaderno de Nippur», la película presenta a una mujer que ante una enfermedad terminal escribe un libro para que su hijo de 4 años la recuerde siempre.
Valeria Bertuccelli le pone el cuerpo y el alma a esta interpretación que se aleja (no tanto) de sus característicos personajes fuertes, llenos de ironía y humor sarcástico, para dejar un mensaje lleno de amor y esperanza.
Carlos Sorín dirige este drama producido por Netflix y dialogó con CLG acerca de este trabajo que se estrena el próximo 24 de noviembre.
—Su cine siempre se caracterizó por contar historias de vida.
—Sí y esta película es aún más intensa (risas). La gente de Pampa Films, productora que hizo mi anterior película «Joel», me propuso hacer la película sobre la historia de María, la cual no conocía. Me dieron algunos links de YouTube para ver su historia y el libro que publicaron, ahí me di cuenta que la película tenía un alto voltaje emotivo, pero al mismo tiempo tenía el peligro del alto voltaje emotivo; cualquier cosa que yo enfatizara más de la cuenta iba a ser un golpe bajo. Había que mantener una sobriedad en la presentación y a la vez tener lo que tiene María, que es el libro, todos sus tuits con un humor socarrón; y la película tenía que reflejar todo eso.
—Y fue efectivo porque la actuación de Valeria Bertuccelli es muy buena.
—Fue un lujo, ella no fue la primera opción para interpretar a Marie, pero por suerte fue la última (risas). Es una actriz exquisita porque tiene un talento increíble, pero a la vez lo hago extensivo porque Esteban Lamothe está bárbaro; tiene una sutileza de gestos, con una dignidad grande con la que enfrentan el conflicto. Esta es una película de actuación, lo que hacían los actores era lo más importante, no la puesta técnica, y me siento muy feliz por el resultado.
—Es una película cuya temática no es tratada por el cine argentino.
—Voy confiado porque tenemos una buena película en la que la gente va a llorar, pero también se va a reír, o como lo dice María: «La muerte es parte de la vida».
—¿Cómo fue dirigir a su nieto en esta película?
—Fue fácil porque es un caradura mayúsculo que no le tiene miedo a nada. Desde que nació que vive en los escenarios con su madre y su padre que es un show. Para él las luces, las cámaras y las multitudes es familiar y es muy simpático e hizo muy buena relación con Valeria y Esteban. Después lo dejé ser como es, yo lo necesitaba así, mientras más atractivo sea Tomy, más dura va a ser la película. Como lo dice el personaje: «Tengo celos de la gente que te va a ver crecer».
—También está bueno poner en debate el tema de la Eutanasia.
—Ese tema surgió cuando empezamos a construir la historia con las horas de entrevistas con Sebastián, el viudo de María; sus amigas y el médico que la atendió hasta el último momento. El tema es atrapante pero también era el problema porque la película no habla directamente de la misma, ya que le quitaría a María su cuaderno y la relación con su esposo e hijo; y lo dejamos a ese tema para el final. Son temas fuertes que te desequilibran la película.