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Carlos Baldomir amenazó a la prensa en el juicio por abusar de su hija


El ex campeón mundial de boxeo, Carlos Baldomir, comenzó a ser juzgado este jueves por la Justicia santafesina acusado de haber abusado «en múltiples ocasiones» de su hija menor de edad, y durante la audiencia hizo gestos amenazantes a los periodistas, informaron fuentes judiciales.

El juicio oral y público empezó cerca de las 8 en los tribunales de la capital provincial, y Baldomir ingresó a la sala de audiencias señalando a los periodistas y haciendo el gesto de «fuck you».

La actitud intimidatoria del ex boxeador generó el rechazo de la Asociación de Prensa de Santa Fe (APSF), que expresó su «solidaridad con los trabajadores amenazados» y se manifestó «en defensa del libre ejercicio de la tarea periodística».

El ex púgil, de 48 años, es juzgado por «abuso sexual con acceso carnal calificado y abuso sexual gravemente ultrajante calificado por la convivencia preexistente y porque al momento de los hechos la víctima tenía entre 8 y 12 años».

Durante la jornada de hoy se esperaban las declaraciones de una docena de testigos y la producción de la prueba de la Fiscalía, mientras que mañana será el turno de llamar a los testigos de la defensa, el lunes serán los alegatos de clausura y el miércoles 31 se conocerá la sentencia.

El tribunal, integrado por los jueces Susana Luna, Rodolfo Mingarini y Pablo Busaniche, decidió que el proceso «transcurra sin acceso para la prensa para mantener la integridad de la victima», que actualmente tiene 16 años.

Baldomir está en prisión preventiva desde el 18 de noviembre de 2016, luego de que su hija y su pareja radicaran la denuncia en el Centro de Orientación a la Víctima Familiar y Sexual de Santa Fe.

Los fiscales del Ministerio Publico de la Acusación (MPA) Alejandra Del Río Ayala y Federico Grimberg, en coincidencia con la querella, pedirán la pena de 20 años de prisión para Baldomir.

«El acusado también abusó de su hija cuando se trasladaba en automóvil con ella. Le pedía que se sentara en el asiento del acompañante y la obligaba a tener conductas de índole sexual», indicó Grimberg.

En tanto, Del Río Ayala señaló que los abusos «no solo fueron cometidos en la ciudad de Santa Fe, sino también en una vivienda de la ciudad bonaerense de Junín, donde el acusado residía temporalmente».

«Entre las pruebas en su contra hay pericias a celulares, una cámara Gesell hecha a la victima y otros testimonios muy importantes», adelantó la fiscal.