El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Poli, es el encargado de presidir el Tedeum por la celebración del 209° aniversario de la Revolución de Mayo. Con la presencia del Presidente de la Nación y gran parte del gabinete de ministros, el cardenal dio un mensaje fuerte y claro en su homilía.
«El poder sólo tiene sentido si está al servicio del bien común», señaló Poli con firmeza. En ese mismo sentido, manifestó: «El quiere hacerse el primero debe ser el servidor de todos».
Por otro lado, el religioso aclaró: «La política puede convertirse en un instrumento de destrucción». En el marco de un año electoral, celebró la democracia y sostuvo: «Es el momento de un gran pacto nacional que deje de lado mezquinos intereses personales».
El cardenal no pasó por alto la crisis que golpea a una gran cantidad de los argentinos: «La tercera parte de pobres nos duele a todos», dijo. Con confianza, añadió: «Tenemos esperanza a pesar de todo».
De cara a lo que se viene, destacó: «Nuestra bendita democracia augura un horizonte mejor».
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