Las cifras duelen. El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dio a conocer este lunes su último informe el cual indicó que casi 16 millones de argentinos se encuentran en la pobreza (35,4%), de los cuales 7,7% viven en la indigencia.
Ante esta situación, CLG dialogó con Monseñor Emilio Cardarelli, quien se mostró preocupado por la situación que atraviesa gran parte de la sociedad argentina y realizó un llamamiento a todos los sectores de la sociedad para poder llegar a un acuerdo.
«La noticia del Indec nos duele, nos golpea, y que, evidentemente, esta situación exige a todos, especialmente a la dirigencia, una gran madurez para buscar acuerdos que vayan más allá de la contingencia electoral y poder superar una pobreza que evidentemente ha aumentado pero que es una gran deuda de la democracia», expresó.
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«Este momento es clave para que la dirigencia política y todos los sectores sociales se sienten a buscar políticas de estado que trasciendan la coyuntura electoral, incluso los cambios de gobierno, que se transformen en acuerdos y que lleguen a ser políticas de Estado. Ese es el camino».
«Por otra parte, en la Argentina esto es completamente racional e injusto. Entonces, también tiene que ser un llamado para volver a aquel que es toda fuente de toda razón y justicia, como dice la Constitución, que es Dios. Me parece que es un claro de signo de que nos hemos apartado de la fuente de razón y justicia».
Cardarelli también consideró que es preocupante la situación que se vive en la población juvenil. Según informó el estudio del Indec, el 52,6% de los menores de 15 años son pobres.
«La pobreza repercute sobre todo en los chicos y en la posibilidades futuras que tienen los chicos, y también en la otra punta de la vida que es la de los viejos que no llegan a tener un nivel de vida de digna, ni siquiera poder comprar los medicamentos que necesitan«, señaló.
Cardarelli comentó que los curas que trabajan en las barriadas populares se encuentran alertados por como aumentó la demanda. «La asistencia alimentaria se hace cada vez mayor y es difícil salir al cruce de todo, pero se hace todo lo posible«, dijo.
Finalmente, Cardarelli consideró que el rol de la Iglesia debe ser continuar el trabajo solidario que viene realizando en red con todos los sectores para que «la brecha se vaya achicando y dar un poco de alivio a los más necesitados«. Pero, la misión insustituible tiene que ser «llamar a volver a la fuente de la razón y la justicia, que es Dios».