El suministro tarde hasta tres semanas en llegar a todos los barrios, en momentos en que lavarse las manos frecuentemente es clave como medida de protección ante el coronavirus
La falta de agua potable se agudizó este lunes en Caracas, la capital de Venezuela, en medio de una ola de calor y al iniciarse el tercer mes de la cuarentena impuesta para contener el avance del coronavirus, que causó 541 contagios y 10 muertes en el país.
Desde hace meses, Caracas tiene problemas con el suministro de agua potable, que a veces tarda hasta tres semanas en llegar a todos los barrios, en momentos en que lavarse las manos frecuentemente es clave como medida de protección ante el coronavirus, según la agencia de noticias ANSA.
Los reclamos por la falta de agua potable y por la compra de camiones cisternas chinos por parte del gobierno, que derivaron en algunos casos en protestas y bloqueos de calles pese al aislamiento social, se hicieron a través de las redes sociales.
Con hastag #NoALasCisternas, usuarios criticaron que se destinen recursos «para montar un show con las cisternas chinas y no para reparar las averías del sistema Tuy I y II y mandar agua por las tuberías».
Jesús Armas, ex concejal de Caracas, afirmó que la falta de agua «desespera a los ciudadanos, es una violación a un derecho y claramente (el presidente Nicolás) Maduro no tiene la capacidad para resolver el problema».
«Tenemos una profunda crisis en el tema de agua en toda el área metropolitana en Caracas y también en todo el país, y vimos cómo este fin de semana se agravó esta crisis por la explosión en la subestación número 20 de Taguacita del Tuy II; más de 60% de la ciudad en este momento no tiene agua», afirmó.
Armas rechazó el plan que anunció el gobierno luego del presunto «atentado de que fue objeto el Tuy II» este fin de semana, que incluye desde mayo a agosto la compra de 252 a 1.000 cisternas de 20.000 y 30.000 litros para atender la crisis de agua que sufre Caracas.
Asimismo, sostuvo que aumentará la conflictividad, como «lo vimos el viernes en (el barrio precario) Petare, donde amigos de toda la vida se peleaban por llenar los recipientes».
«Una cisterna no es la solución, la verdadera solución es rehabilitar los acueductos de nuestro país», enfatizó.
Con hiperinflación, desabastecimiento y problemas en el suministro de agua, electricidad y transporte público desde hace más de dos años, Venezuela contabilizaba 541 casos confirmados de coronavirus y 10 muertes por la enfermedad, según el último balance de la Organización Mundial de la Salud (OMS).