Emili Rousaud fue vicepresidente del club catalán en el pasado y en las próximas elecciones buscará reemplazar a Bartomeu. “Era difícil pensar que Leo iba venir al Camp Nou con la camiseta de otro equipo”, aseguró
Fueron semanas de incertidumbre. Un caos inesperado que mantuvo en vilo al mundo deportivo. El futuro de Lionel Messi paralizó al planeta luego del burofax que envió el astro argentino para comunicar sus deseos de abandonar al Barcelona.
Unas reuniones entre su padre y representante, Jorge, con el presidente del club, Josep María Bartomeu, fueron suficientes para terminar con la angustia. Leo se queda en el Blaugrana.
Sin embargo, en las últimas horas el candidato presidencial de la entidad catalana, Emili Rousaud, sorprendió con una afirmación sobre el destino que tendrá el astro rosarino antes de colgar los botines. “Todos tenemos en claro que se va a retirar en Newell’s”, sentenció en diálogo con Doman 910 en Radio La Red.
Durante la entrevista telefónica, el empresario español también analizó el accionar del delantero y advirtió que “Lionel actuó con una gran nobleza”. “Creo que Messi dio marcha atrás porque Bartomeu no quiso ceder, y se iba a llevar todo a una situación triste en los tribunales”, argumentó.
“Por 200 millones de euros Messi podría haber cambiado de equipo. Era difícil pensar que él iba venir al Camp Nou con la camiseta de otro equipo”, continuó Rousaud. Y concluyó: “Con un nuevo proyecto deportivo más ambicioso, creo que Messi se puede seguir quedando en el Barcelona”.
Mientras tanto, el capitán del Culé siguió con su integración al equipo que actualmente lidera Ronald Koeman con una doble sesión de entrenamientos, mientras el club define los cambios claves en el proyecto actual para que el astro argentino se sienta cómodo y el equipo recupere su brillo en la próxima temporada que comenzará el viernes.
Lo que haga el Barcelona en las próximas semanas puede ser decisivo o ayudaría a que La Pulga revise su decisión de marcharse al final del certamen. Por ahora, el Diez se ejercitó en solitario a la espera de los resultados de la segunda prueba PCR para descartar una infección de coronavirus, lo que le permitirá reencontrase en las canchas con el resto del plantel.
Por segundo día consecutivo, Messi llegó con una hora y media de anticipación a la práctica, en una clara muestra de su liderazgo. El crack rosarino tuvo oportunidad de mantener un breve diálogo cara a cara con Koeman, quien no duda en lo más mínimo de su compromiso, aunque será el entrenador quien tendrá que ganarse la confianza de Messi a base de demostrar que sabe marcar el camino e imprimir un giro en la dinámica del equipo.
El objetivo es rodear a la máxima estrella, sin olvidar la salida de uno de sus mejores socios en el ataque, como ha sido el uruguayo Luis Suárez, quien negocia su pase a la Juventus.
La decisión de Koeman de prescindir del goleador charrúa, amigo íntimo y apoyo fundamental de Messi en el vestuario, no le cayó bien al capitán argentino, pero el Barcelona confiaba en poder compensar el malestar con la llegada de Lautaro Martínez.
Pero la contratación del actual delantero del Inter se complicó más de la cuenta pese a que el Barça había llegado a un acuerdo con el jugador, por una cifra que llegaba a los 111 millones que cubrían su cláusula de rescisión.
La variante se instala en la del neerlandés Depay, actualmente en el Olympique de Lyon, que se presenta como una alternativa mucho más económica, ya que su contrato concluye en 2021.
Las opciones en el frente de ataque siguen abiertas, aunque Messi ya sabe que posiblemente podrá encontrar un gran aliado en el joven Ansu Fati, al que Koeman tiene previsto darle cada vez más protagonismo en su proyecto, algo que también le prometió a Griezmann, quien todavía no mostró su mejor versión como blaugrana.