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Crisis de Cachemira

Canciller de Pakistán visita China por el conflicto con India


En medio de una escalada diplomática entre India y Pakistán que no cesa, el canciller de este último país llegó este viernes a China para discutir la tensa situación en Cachemira, apenas días después de que Nueva Delhi suspendiera por ley la autonomía de esa disputada región de mayoría musulmana. China se presenta como el posible mediador entre los dos países vecinos y, por eso, el ministro de Relaciones Exteriores paquistaní, Shah Mahmood Qureshi, viajó a Beijing para comenzar un diálogo.

Desde Islamabad, el gobierno no quiso adelantar con quién se reunirá el canciller, pero sí adelantó que serán encuentros con funcionarios de primer nivel, según informó la agencia de noticias ANSA. Desde Nueva Delhi, el gobierno también anunció ayer que enviará un representante a Beijing en los próximos días. Mientras avanza en esta mediación informal en China, Pakistán también lanzó una ofensiva diplomática en el seno de la ONU en Nueva York.

Su embajadora ante Naciones Unidas, Maleeha Lodhi, se reunió con la vice secretaria general para Asuntos Políticos, Rosemary DiCarlo, y con otros funcionarios y denunció que la eliminación de la autonomía de la parte de Cachemira administrada por India representó una violación al derecho internacional ya que esa región es reconocida como en disputa.

El jueves el gobierno paquistaní decidió suspender el servicio ferroviario que une los dos países a través de esa región, una medida que se sumó a la decisión de frenar todo el comercio bilateral, expulsar al embajador indio en Islamabad y reducir las relaciones diplomáticas a su mínima expresión.

Esta semana, India anuló por decreto primero y por una ley después el artículo 370 de la Constitución Nacional que garantizaba la autonomía de Cachemira y prohibía que indios de afuera del estado pudieran asentarse de manera permanente, comprar tierras, ocupar cargos públicos locales y obtener becas educativas en esa región.

Horas antes, había declarado una suerte de estado de sitio en toda esa región, había desplegado a miles de militares, bloqueado los ingresos y salidas, prohibido las reuniones o protestas públicas, y detenido en arresto domiciliario a varios líderes opositores. Ayer el gobierno indio informó que desde entonces había detenido a 500 personas en Cachemira, pero no dio detalles sobre quiénes son o porque fueron arrestados.

Tras la participación de India y la creación de Pakistán, un país de abrumadora mayoría musulmana, la región de Cachemira comenzó a ser disputada por los dos países vecinos. Pakistán reclama el control de ese territorio y movimientos guerrilleros musulmanes han apoyado ese reclamo durante más de tres décadas en una guerra -que oscila entre momentos de baja intensidad y otros de fuerte escalada bélica-, con un saldo de decenas de miles de muertos y un número mucho mayor de heridos y desplazados.

Tanto el presidente como el primer ministro, Narendra Modi, son líderes del BJP, el partido oficialista de derecha que tradicionalmente ha defendido posiciones nacionalistas de la mayoría hindú. Por eso, esta semana dirigentes opositores en el congreso nacional y en el estado sitiado de Jammu y Cachemira acusaron al oficialismo de intentar modificar la composición demográfica de la región y crear una nueva mayoría hindú.