Hasta ahora el país no recomendaba el uso de la mascarilla, una posición que mantenía en solitario en Europa
Suecia recomendó este viernes por primera vez el uso de barbijo en los transportes públicos en las horas pico, en un nuevo giro de su controvertida estrategia para contener la propagación del coronavirus.
El país escandinavo, inmerso en una segunda ola epidemiológica, adoptará también nuevas restricciones, como la limitación de la capacidad de los comercios y la reducción a cuatro personas por mesa en los restaurantes, anunció el primer ministro, Stefan Lofven, en una rueda de prensa.
Hasta hace poco rigió en Suecia un modelo centrado en la «responsabilidad individual» que supo ganar adeptos en los primeros meses de la pandemia, pero fue perdiendo prestigio por los índices de contagios, de cara a una temida segunda ola que el país nórdico creyó durante mucho tiempo poder evitar.
Hasta ahora el país no recomendaba el uso de la mascarilla, cuya eficacia no estaba demostrada según las autoridades, una posición que mantenía en solitario en Europa, la región que más casos de contagio está registrando en estos momentos.
Lofven descartó sin embargo la idea de un confinamiento, que considera una «carga demasiado pesada» para la población a largo plazo.
Suecia anunció este viernes 100 decesos, y un total hasta ahora de 7.993, en un país de 10,3 millones de habitantes.
Las autoridades fueron endureciendo las restricciones ante el aumento de casos y muertes en esta segunda oleada virulenta que vive el continente.
Hoy, el Gobierno decretó la prohibición de venta de alcohol después de las 22 y prolongó la educación a distancia para los estudiantes de secundaria hasta el 24 de enero.
Ayer, el rey Carlos Gustavo dijo que la polémica estrategia sin cuarentena «falló», en su admisión más explícita de la crisis sanitaria en un país con cuatro veces más muertes por el virus que sus tres vecinos nórdicos juntos.
«Creo que fallamos. Tenemos un gran número de muertos y eso es terrible», afirmó el rey en una inusual declaración incluida en un documental que emitirá próximamente la televisión pública de Suecia, donde el virus causó casi 8000 fallecimientos.