La diputada nacional de Consenso Federal se refirió al fallo de la Corte Suprema sobre las clases presenciales en Buenos Aires
La diputada nacional Graciela Camaño (Consenso Federal-Buenos Aires) consideró hoy que el fallo dictado ayer por la Corte Suprema de Justicia sobre la presencialidad de las clases en la Ciudad de Buenos Aires «intenta poner de resalto la necesidad de diálogo».
«De ahí que la Corte insista en la convivencia, interacción, coordinación, lealtad o buena fe federal: en suma, en el federalismo de concertación sobre el que abogaba el jurista y constitucionalista cordobés Pedro Frías», expresó la legisladora a través de sus redes sociales.
A continuación, la diputada remarcó que el fallo «no declara inconstitucional ni invalida el DNU (o sea, lo hacía al objeto de la acción, la pretensión procesal), sino que solo expresa que con su dictado se violó la autonomía de la Ciudad».
«Queda claro que reivindica las competencias locales en materia de educación y salud, dejando a salvo las que si también corresponden a la Nación en las materias que la Constitución Nacional consigna», precisó la legisladora.
Camaño añadió, al citar la sentencia, que «en su parecer (a la Corte) no le correspondía desplegar aquí en cuanto a definir la modalidad educativa (considerando 10 último párrafo), y que en lo sanitario (considerando 19) no toma seriamente en cuenta bajo el argumento de un serio déficit en cuanto a motivación y justificación, dando allí un meta mensaje que otro podría haber sido el sentido de la decisión si revestían mayor peso y calidad».
Camaño entendió que la Corte «justificó el dictado vencida la vigencia del DNU en el (considerando 28) y mantiene el panorama abierto para dos posibilidades: Una, que la ciudad mantenga su política educativa en cuanto a tomar la opción por las distintas variantes y, la otra, que la Nación mejore la calidad del instrumento utilizado, así como las motivaciones, los justificativos y evidencias si pretende desde lo sanitario que opere la suspensión de las clases».
«Cada político lo interpretó tratando de llevar agua a su molino. Así está la Argentina y los argentinos.. el molino de cada político conspira contra el bien común», sentenció.