El domingo una fuerte tormenta de granizo golpeó la capital italiana y provocó varias consecuencias. Las calles se cubrieron de hielo, el agua bloqueó algunos corredores y lugares aledaños terminaron inundados.
Producto del intenso granizo las calles romanas se convirtieron en grandes pasillos de hielo y agua. A raíz de esto hubo que suspender la actividad de varias líneas de tranvías.
Para este lunes rige una alerta meteorológica. El Departamento de Protección Civil local advirtió sobre condiciones climáticas adversas y se prevé que continúen los vientos y las tormentas.
Los distritos más afectados fueron Prati Fiscali, Bufalotta, Viale Ionio, Viale Tiziano, Nomentana, Tiburtina, Viale Tirreno y algunas partes de Gra.