Los diputados del PJ de Santa Fe presentaron una serie de proyectos que apuntan a reducir el rojo fiscal de la provincia y hacer frente a los costos de la pandemia
El impuesto a la riqueza tiene su versión santafesina. Un grupo de diputados justicialistas de la provincia de Santa Fe presentó hoy una serie de iniciativas fiscales “para fortalecer la recaudación” frente a la crisis por la pandemia de coronavirus, que apunta incrementar la presión sobre las entidades financieras y las empresas del agronegocio.
El objetivo declarado por los legisladores es “darle al Ejecutivo herramientas para enfrentar la pandemia” de coronavirus mediante una mejora de los ingresos tributarios propios, que representan el 30% del total de recursos de los que dispone la provincia.
“Queremos discutir cuál es el aporte que cada sector de la economía realiza para el desarrollo de la sociedad, porque tenemos que intentar que el resultado de esta crisis no sea más pobreza y más desigualdad”, explicó la diputada Lucila De Ponti, una de las impulsoras de las medidas presentadas durante la jornada.
Entre los proyectos figuran el aumento de la carga impositiva para grandes entidades bancarias y financieras, un incremento de Ingresos Brutos a la actividad cerealera, y una suba del Impuesto Inmobiliario a las grandes propiedades rurales.
También se propuso una iniciativa que procura establecer el pago de Ingresos Brutos a las plataformas de pago y comercialización de productos y servicios, que están exentas de tributación provincial.
Para De Ponti, la pandemia de Covid-19 “puso al descubierto las profundas desigualdades y brechas que existen en la sociedad”, por lo que es necesario “construir un esquema tributario equitativo que grabe a cada sector según sus posibilidades”.
Para el jefe de la bancada justicialista en Diputados, Leandro Busatto, el paquete de iniciativas “apunta a darle al Ejecutivo herramientas para enfrentar la pandemia”.
Puntualizó que los principales proyectos buscan “aumentar Ingresos Brutos a cerealeras y a la actividad financiera, disminuir el Impuesto Inmobiliario a pequeños productores y aumentarlo a los dueños de grandes extensiones rurales”.
Como ejemplo del espíritu de las modificaciones planteadas, dijo que “no es justo que pague la misma alícuota alguien con 300 hectáreas que alguien con 10.000”.