Política y Economía

Buscan ampliar la forestación de la provincia de Santa Fe con un programa que prevé plantar un millón de árboles


La propuesta apunta a fortalecer la Ley del Árbol y promover la participación de municipios, comunas y ciudadanía en la protección ambiental y la recuperación de ecosistemas

Una nueva iniciativa legislativa presentada en Santa Fe propone incorporar el programa “Un millón de árboles” a la Ley Provincial del Árbol, con el objetivo de incrementar la superficie forestada en toda la provincia durante los próximos diez años. La propuesta prevé un esquema de trabajo conjunto entre el Estado provincial, los gobiernos locales, organizaciones de la sociedad civil y actores del sector privado, en línea con las políticas impulsadas por el Ministerio de Ambiente y Cambio Climático.

El plan busca plantar y conservar un millón de nuevos árboles distribuidos en distintos puntos del territorio santafesino, con foco en especies nativas adaptadas a cada región. También se contempla el abastecimiento gratuito de ejemplares a pequeños productores rurales con campos menores a 200 hectáreas, para fomentar prácticas sustentables en el ámbito agrario.

Según sus fundamentos, la incorporación del programa tiene como finalidad no sólo una gestión más responsable del arbolado urbano y rural, sino también la creación de nuevas áreas verdes, la restauración de ecosistemas, la mejora de la biodiversidad y la mitigación del cambio climático.

La medida, impulsada por el diputado Rubén Galassi, se apoya en la Ley Provincial N.º 13.836, sancionada en 2018, que constituyó una política pública clave para la promoción y conservación del arbolado, la reforestación y la educación ambiental. Entre sus ejes, se destacan la protección del arbolado existente, la planificación sostenible, la responsabilidad de municipios y comunas, la participación ciudadana y la conciencia sobre el rol del árbol frente a la crisis climática.

Los beneficios de los árboles son múltiples: regulan la temperatura, absorben dióxido de carbono, mejoran la calidad del aire, albergan fauna, protegen los suelos y disminuyen el impacto de los vientos. De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, su presencia puede reducir hasta 8°C la temperatura en áreas pavimentadas, y desempeñan un rol fundamental en la gestión de aguas pluviales, ayudando a prevenir inundaciones.

Además, en contextos rurales, los árboles funcionan como cortinas rompevientos, sombra natural para el ganado y aliados en la recuperación de nutrientes del suelo. En las ciudades, contribuyen a mitigar la contaminación acústica, aportan oxígeno y refuerzan la identidad ambiental urbana.