Dos meses después de las elecciones, las tensiones entre el Partido Justicialista y el Frente Progresista no cesan: cómo es la situación actual
Las elecciones provinciales de agosto pasado marcaron el final de una era: el Frente Progresista Cívico y Social perdió la gobernación después de doce años. Desde ese entonces, los cruces entre el oficialismo y el Partido Justicialista han tomado diferentes tonos, en los cuales se destaca la tensión y las versiones cruzadas. CLG dialogó con el diputado provincial por el Frente de Todos, Leandro Busatto, sobre la situación de la Santa Fe, la transición entre las dos administraciones y el último capítulo de la polémica: el Plan Abre.
El diputado provincial consideró que Santa Fe atraviesa una crítica situación en materia de seguridad: «Vamos a encontrar una provincia con la peor crisis de seguridad de la historia», manifestó, y añadió: «También vamos a encontrar una con mucha dificultad desde lo económico y desde lo financiero».
En ese sentido, Busatto señaló que Santa Fe se encuentra «con una parálisis enorme y, que no tiene que ver estrictamente con lo nacional. Si bien tiene que ver la situación a nivel país, también hay una subestimación, una mala administración de la crisis, por parte de la provincia, que ha hecho que nosotros tengamos hoy muchísimas dificultades para afrontar el pago de salarios, cubrir con los proveedores, hacer que todo funcione con normalidad».
Sobre la situación que se vivió el pasado jueves, cuando el PJ decidió levantarse de la sesión sin votar por la extensión del Plan Abre, remarcó: «Tomamos la definición de retirarnos porque entendimos que es la única manera de no convalidar prácticas parlamentarias que quiebran los consensos y, de alguna u otra manera, las costumbres y los usos de la Cámara de Diputados. Creemos que hay un conjunto de comportamiento sistemático en los últimos 40 días del Frente Progresista Cívico y Social que hacen que lo que Lifschitz dice en la Casa Gris lo borran con el codo».
En ese sentido, el también Secretario General del Partido Justicialista en el distrito de Santa Fe, señaló: «Si el oficialismo está dispuesto a encarar la transición sobre la base de la violencia política y el condicionamiento de la gestión de Omar Perotti, nosotros no vamos a ser parte de esa discusión. Por eso, independientemente del carácter reglamentario de tratar casos, entre gallos y medianoche, leyes como esta que tiene un impacto presupuestario importante, nosotros no vamos a sentarnos a discutir, cosas que creemos violentas y atentan contra lo que normalmente debería ser el cuerpo».
Para Busatto, «se necesitan crear consensos y acuerdos políticos, mucho más en un proceso de cambio de administración, donde lo que debería primar es los temas que hay en común para poder trabajar».
«Es una cosa paradójica, los únicos temas que la Cámara de Diputados no quiere trabajar en los últimos tiempos son los que básicamente acordamos que íbamos a trabajar. Hay una contradicción flagrante y nosotros no vamos a ser parte de eso», se quejó.
El diputado provincial aseguró que el Partido Justicialista no se encuentra en desacuerdo con el proyecto llamado ‘Programa de Intervención Integral de Barrios’. «En el proceso de construcción mediática de la fantasía del socialismo, ahora el capítulo data de que nosotros estamos en contra del Plan Abre. Nosotros, y particularmente yo, hemos sido defensores a ultranza de la política social que tenga que ver con la presencia del Estado en los barrios, deberían saberlo ellos que la crisis de seguridad que se está viviendo en la provincia tiene que ver con la ausencia del Estado».
En ese sentido, Busatto aseveró: «Con esta ley, sólo es para los municipios de segunda categoría y es incierto lo que se financia. No tiene participación el gobierno en otra cosa que no sea la discusión de cómo se pone el dinero, pero ni siquiera el plan de obra pasa por la provincia».
El referente del kirchnerismo en la provincia recalcó que el Frente Progresista intenta condicionar al gobierno de Omar Perotti. «Me parece que es un nivel de condicionamiento que lo único que permite es inferir que Lifschitz está más preocupado por hacerle difícil las cosas a Perotti que dejarle las cosas medianamente ordenada y con una provincia que pueda tomar un rumbo distinto en algunas cosas, o no, pero con una conducción política distinta».
En tanto a esto, Busatto indicó que estas actitudes complican aún más el pase entre ambas administraciones. «Con este tipo de conducta por parte del oficialismo, va a ser muy difícil prever si la transición tiene sentido o no. Están jugando un papel pensando en lo político, más en oposición que en oficialismo, y eso a nosotros, de algún modo, nos pone en un lugar mucho más incomodo a la hora de pensar si tiene sentido o no sentarnos con ellos«, comentó y concluyó: «La transición se ha vaciado de contenido, producto del socialismo que está buscando más reperfilarse políticamente que colaborar con el próximo gobierno«.