Grupos ambientalistas expresaron su preocupación por el derrame de los 1,3 millones de barriles de crudo a bordo de la instalación petrolera “Nabarima”, parte de la empresa conjunta Petrosucre, entre PDVSA y la italiana Eni SpA
Un petrolero operado por la estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) se acercó el martes a una instalación de almacenaje flotante de crudo, donde se espera que reciba en el mar una transferencia del producto en medio de preocupaciones ambientales, mostraron los datos de Refinitiv Eikon.
Grupos ambientalistas expresaron esta semana su preocupación por un posible derrame de los 1,3 millones de barriles de crudo a bordo de la instalación petrolera “Nabarima”, parte de la empresa conjunta Petrosucre, entre PDVSA y la italiana Eni SpA, después de que las imágenes mostraran el barco inclinado de un lado.
El buque petrolero se inclinó hacia un costado frente a una costa remota de Venezuela y desató renovados llamados internacionales para que se impida un derrame colosal de proporciones históricas.
Después de años de abandono, el FSO Nabarima, un monstruo oxidado de la petrolera venezolana Pdvsa que transporta más de un millón de barriles de crudo pesado, se encuentra en un peligroso estado de deterioro. A pesar de que se desconoce la magnitud de los daños, si no es reparado pronto podría hundirse y desencadenar un desastre ambiental gigantesco, contaminando las aguas azul turquesa a lo largo de las costas venezolanas y de varias naciones vecinas del Caribe, aseguran expertos marítimos y críticos del régimen de Caracas.
Pdvsa ahora planea descargar parte del crudo a bordo a través de una transferencia de barco a barco (STS, por su sigla en inglés) que involucra al Icaro, un barco Aframax de su flota, dijo el lunes a Reuters una persona familiarizada con el asunto.
También se esperaba que la barcaza con bandera venezolana, Inmaculada, participara en la operación STS, que conlleva sus propios riesgos, según una persona familiarizada con el asunto y un documento visto por Reuters.
La situación que sufre el buque Nabarima no es nueva, pero el riesgo de que zozobre en modo inminente ha hecho levantar todas las alarmas. Fotos recientes de la embarcación muestran cómo, día a día, va sumergiéndose un poco más.
Trabajadores petroleros opuestos al régimen, como Eudis Girot, director de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, iniciaron una campaña para que el dictador Nicolás Maduro preste atención a la situación. “Invito al presidente de la República a que se monte en un helicóptero, que vaya hasta el Nabarima, que haga él mismo una inspección”, dijo Girot en un video publicado en internet hace unos días. También publicó tres fotografías de lo que asegura es la sala de máquinas del buque inundada. “Yo quisiera estar equivocado, por Dios”, afirmó.
El Nabarima, de bandera venezolana, es un navío de 264 metros de eslora (largo) que se cree está lleno casi a su capacidad máxima con 1,4 millones de barriles de crudo, una cantidad casi cinco veces mayor a la que derramó el Exxon Valdez en 1989.