Así lo expresó la presidenta del PRO en declaraciones radiales y sostuvo que se trata de los mismos electores que pueden apoyar a Juntos por el Cambio el próximo año
La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, rechazó hoy la idea de tomar distancia de los votantes del diputado nacional por La Libertad Avanza Javier Milei, al considerar que se trata de los mismos electores que pueden apoyar a Juntos por el Cambio en 2023.
«Es importante dejar de hablar de Milei y hacerlo sobre las cosas que estamos haciendo o queremos hacer. Nosotros tenemos que ser voceros de nuestras políticas, no de Milei», afirmó Bullrich en declaraciones al programa «Si pasa, pasa», que conduce Ignacio Ortelli por Radio Rivadavia.
Al respecto, destacó: «El votante de Milei también es votante de Juntos por el Cambio, por eso no me parece bien que tomemos distancia de sus votantes».
Asimismo, indicó que el líder libertario «está haciendo su partido», por lo que indicó que «no hay nada que explicar con respecto a dos caminos que se abrieron».
Por otro lado, señaló que «la unidad de Juntos por el Cambio es algo que no está en discusión» y reconoció que lo que le cuestionaron a Mauricio Macri los socios del radicalismo y la Coalición Cívica durante su mandato fue que ignorara a los otros partidos del acuerdo para el armado de su plan.
Bullrich sostuvo que «el plan de Gobierno había sido una responsabilidad más del PRO», por lo que insistió en la importancia de que «el próximo Gobierno sea de coalición».
Por contraste, afirmó que la administración de Alberto Fernández no reúne esa condición y remarcó: «No es de coalición, sino un gobierno del kirchnerismo que es el peronismo. Es un solo partido que se dividió en distintos momentos por el poder y que el mismo poder volvió a unir».
«Lo que está en crisis es un modelo de poder, no una coalición», explicó.
Con respecto a las críticas de la vicepresidenta Cristina Kirchner al gobierno, Bullrich aseguró que «es un cascoteo medido no para voltearlo, sino para mostrarle a sus votantes que quiere hacer una cosa distinta y tomar distancia».
De todas maneras, reconoció que «es un juego muy perverso el que están haciendo ambos».