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Buena noticia: análisis de sangre para detectar Alzheimer con 20 años de anticipación


El análisis identifica ciertos marcadores biológicos en el plasma sanguíneo de ese tipo de pacientes.

Científicos de Australia y Japón, liderados por el ganador del Premio Nobel, doctor Koichi Tanaka, de la compañía de tecnología médica Shimadzu Corporation, desarrollaron un nuevo análisis de sangre único en el mundo, que al parecer detecta la enfermedad de Alzheimer, incluso dos décadas antes de que inicien los síntomas en individuos de riesgo.

Los investigadores de ese importante estudio indicaron que están a un paso de lanzar esa prueba de sangre, con la cual aseguraron que es posible alertar sobre los primeros signos de esa patología neurodegenerativa.

Por años, cientos de científicos en todo el mundo buscaron desarrollar una prueba de sangre que predijera dicho padecimiento, esperando así reemplazar otros métodos invasivos de exploración cerebral comúnmente usados.

Tras una larga espera, el grupo de médicos australianos y nipones comunicó públicamente que su análisis es más que preciso, al menos para el primer indicador del Alzheimer: Acumulación de una proteína anormal en el cerebro, llamada beta-amiloide.

“Es exacto en un 90%. En el estudio se involucraron a 252 pacientes de origen australiano y otros 121 japoneses. Con ese sistema, se detectó en algunos la acumulación de beta-amiloide, sin que necesariamente tuviesen signos externos de Alzheimer”, dijo Colin Masters, profesor de Neurociencia en Florey Institute de Melbourne, Australia.

Con el test se abrió una nueva esperanza en el campo de la medicina moderna, porque al advertir el daño, también permite la posibilidad de que fabricantes farmacéuticos desarrollen nuevos tratamientos y medicinas contra ese terrible mal.

Gracias a técnicas de espectrometría de masas de alta tecnología, los investigadores identificaron pacientes con un péptido rouge en su plasma sanguíneo, indicio de una acumulación de beta-amiloide en sus cerebros.

Los desarrolladores están conscientes de lo necesario que se ejecuten más pruebas, para determinar el deterioro consecutivo de un paciente con Alzheimer, o si los futuros fármacos serán suficientes para eliminar la acumulación de beta-amiloide.

Fuente Ciudad Magazine