Diferentes infecciones respiratorias y hasta cuadros de alergia pueden generar alteraciones de las vías respiratorias en niños. La bronquiolitis reviste caracteres particulares y en general afecta a bebés y a niños pequeños.
La llegada de estaciones como otoño e invierno en diferentes latitudes preocupa tanto a las familias como a los profesionales de la salud. El motivo en general es el incremento de la aparición de enfermedades respiratorias. Cuanto menor es la edad del niño que adquiere una bronquiolitis, mayor es la preocupación, y más aún cuando se trata de bebés.
Bronquiolitis en bebés
La bronquiolitis es una enfermedad de las vías respiratorias que se presenta cuando los bronquiolos (la parte más pequeña y final de los bronquios) se inflaman debido a una infección generalmente de origen viral. Así, estos canalículos presentan edema y aumento de secreciones que pueden generar dificultad en la respiración.
De acuerdo a información presente en la página de la Asociación Española de Pediatría, la aparición de bronquiolitis es más frecuente en bebés menores de un año y supone el 18% de todas las hospitalizaciones pediátricas. Por lo general, el virus sincicial respiratorio (VSR) es el más involucrado, pero también pueden ser responsables los adenovirus y el virus de la gripe.
¿Cuál es la forma más frecuente de aparición?
Luego de un breve período de incubación pueden aparecer manifestaciones similares a las de un resfrío común. Por lo tanto, sus síntomas incluyen estornudos, secreción nasal de tipo acuosa, tos y episodios de fiebre moderada.
Progresivamente, la tos se hace más persistente y lo que parecía ser un cuadro banal deja de serlo. Así, puede sumarse irritabilidad, rechazo de la alimentación, aumento de la frecuencia y dificultad respiratoria. Esta última de intensidad creciente alcanza su máxima expresión en general en 24 o 48 horas, momento en el que se producen la mayoría de los ingresos hospitalarios, para luego mejorar gradualmente.
Según refiere la Dra M.ª Luz García García del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Severo Ochoa, Universidad Alfonso X El Sabio. Madrid:
«La mayoría son formas leves y los síntomas desaparecen en menos de una semana, aunque la tos, que es el último síntoma en desaparecer, puede persistir hasta 3-4 semanas».
¿Qué debemos hacer ante la aparición de los primeros síntomas de bronquiolitis en bebés?
- Por un lado, es esencial conservar la calma para que nos sea posible actuar con tranquilidad.
- Es importante asegurar una buena hidratación del bebé para ayudar a fluidificar las secreciones. Además, hay que tener en cuenta que, en ocasiones, la agitación y el aumento de la frecuencia respiratoria requieren que la ingesta de líquidos se haga en muy pequeñas cantidades y con mayor frecuencia.
En este sentido la Dra Ana María Balanzat, jefa del Departamento de Pediatría del Hospital de Clínicas de Buenos Aires, Argentina, señaló que:
«El aspecto crítico de la patología ocurre cuando la enfermedad progresa y el pulmón no puede cumplir con su función básica de oxigenación, lo que conlleva a un cuadro de insuficiencia respiratoria».
La falta de oxígeno en sangre y tejidos y la acumulación de dióxido de carbono pueden poner en peligro la vida del niño que la padece. «En estas situaciones se requiere internación y administración de oxígeno» – explicó.
Finalmente…
Considerando que la bronquiolitis afecta en general a bebés y niños muy pequeños, es importante consultar precozmente con un profesional de la salud que valore el estado del niño, el tipo de respiración e hidratación, así como la presencia o no de fiebre.
Otro elemento que vale la pena destacar es evitar el consumo de tabaco y los entornos que presenten una gran cantidad de contaminación. Como lo concluye un estudio publicado en la revista médica BMJ Open, «en el contexto de la exposición a la contaminación del aire, el consumo de tabaco causa una pérdida adicional de la función pulmonar y exacerba los síntomas respiratorios», según publicó Mejor con Salud.
Se sugiere realizar visitas periódicas de seguimiento luego de instaurado el tratamiento para estar atentos a posibles complicaciones. También se debe hacer si la evolución es o no la deseable y esperada.