Los negociadores británicos, encabezados por Boris Johnson, llegaron a un acuerdo sobre el Brexit, según anunciaron los propios protagonistas a través de sus cuentas oficiales de redes sociales.
En los tiempos de las redes sociales, las novedades del día sobre la situación del Brexit fue difundida hoy a través de las cuentas oficiales de Twitter.
En ese sentido, el presidente de la Comisión Europea, Jean- Claude Juncker, destacó en sus redes sociales la importancia de haber llegado a un acuerdo con el Reino Unido.
«Cuando hay voluntad, hay acuerdos. Tenemos uno que es justo y equilibrado para la UE (Unión Europea) y Reino Unido, y es una evidencia de nuestro compromiso para encontrar soluciones.
Recomiendo al Consejo Europeo que respalde este acuerdo», apuntó en un tuit Jean-Claude Juncker.
En una carta remitida al polaco Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, Juncker explicó las razones por las que considera que hoy los jefes de Estado y de Gobierno de los 28 deben dar su apoyo a este pacto para que Reino Unido pueda dejar la UE el próximo 31 de octubre, sin necesidad de más prórrogas y de una forma ordenada, informó el diario El Mundo de España.
«Los negociadores han logrado un acuerdo sobre un Protocolo para Irlanda del Norte revisado y sobre la Declaración Política», explica en la misiva Juncker, haciendo referencia a los dos documentos que hace ahora un año ya fueron redactados pero que el Parlamento británico ha rechazado hasta en tres ocasiones.
«Ambos textos revisados tienen el respaldo de la Comisión Europea. El primer ministro de Reino Unido también me ha indicado su aprobación hoy», agregó.
En tanto, el primer ministro británico, también a través de la red social Twitter, celebró el acuerdo y pidió pasar de página para resolver otros problema como el del medioambiente.
«Es hora de pasar a otras prioridades», escribió Johnson en Twitter, presionando al parlamente para que apruebe este sábado el acuerdo.
Ahora, Johnson tiene que lograr el respaldo de suficientes diputados en Westminster, este mismo sábado, y, según trascendió, nadie en Bruselas, sede de la UE, tiene muy claro que pueda lograrlo.