Un juez de la corte suprema de Brasil afirmó este viernes que el escándalo de las filtraciones sobre un posible complot en el Poder Judicial que actúa en la Operación Lava Jato puede permitir beneficios para el ex presidente Luiz Inácio Lula da Silva, preso desde abril de 2018 tras una condena por corrupción.
«Existe jurisprudencia que dice una prueba obtenida ilícitamente en algunos casos sirve para eliminar una condena o declarar la inocencia de alguien», explicó el juez de la corte Gilmar Mendes, uno de los primeros magistrados en denunciar «abusos de autoridad» en la Operación Lava Jato.
Mendes respondió así al ser consultado sobre si Lula podría ver su sentencia anulada a raíz de las supuestas ilegalidades cometidas por el entonces juez Sérgio Moro, hoy ministro de Justicia, y el fiscal de Lava Jato, Deltan Dallagnol, que revelan los chats divulgados por el sitio The Intercept Brasil.
Las últimas filtraciones indican que Dallagnol intentó articular con políticos la destitución de Mendes del Supremo Tribunal Federal, lo que agravó más el cuadro del modo de operar del equipo de investigación con sede en Curitiba que en 2014 investiga el escándalo de corrupción de partidos y empresas constructoras en Petrobras.
«En tesis, puede ser el caso de Lula», abundó.
Es que en una de las filtraciones Moro aparece dando órdenes y líneas de investigación contra Lula, siendo que en Brasil el magistrado de primera instancia está vedado de hacer la instrucción, ya que él mismo es que el que resuelve las sentencias.
«El efecto de los chats filtrados hacen ilegítimas las sentencias. Cuando voy al exterior me preguntan cómo es que paso esto en Brasil, cómo el sistema anticorrupción fue afectado y cómo un juez renuncia al cargo para asumir como ministro», dijo Mendes.
El juez de la corte es el mismo que impidió al gobierno de Jair Bolsonaro investigar al director de The Intercept Brasil, el periodista estadounidense Glenn Greenwald, al aplicar el derecho constitucional de la preservación de la fuente para los trabajadores de prensa.
Mendes fustigó la actuación de Moro como juez en la Operación Lava Jato a raíz de sus supuestas funciones como articulador político a favor de la fiscalía para perjudicar a Lula.
«Dentro de poco Moro va a ir a la justicia laboral a reclamar que acumuló funciones cuando era juez», ironizó Mendes.
En los mensajes de Moro y Dallagnol hay una conversación que apunta a la fidelidad a la Operación Lava Jato que negociaba el fiscal con jueces de la corte: al menos tres magistrados de la corte, decían las filtraciones de Curitiba.
Esta semana la corte resolvió por 10 votos contra 1 anular el traslado de Lula desde la sede policial de Curitiba donde está preso a una cárcel común del estado de San Pablo pedida por la Policía Federal, que está bajo la órbita del ministro Moro.
El escándalo redujo el poder de influencia de Moro en el gobierno, a tal punto que el presidente Bolsonaro afirmó que el ministro de Justicia debe tener «paciencia» para ver aprobado su paquete de medidas contra el delito presentadas en enero y que están encajonadas en el Congreso.
«Yo soy el director técnico, Moro es un jugador», sostuvo Bolsonaro.
Lula está condenado a 8 años y 10 meses de prisión por una sentencia de Moro ratificada en tres instancias bajo el argumento de que recibió un apartamento en la playa de Guarujá como parte de un soborno de la empresa constructora OAS.
El mandatario y el Partido de los Trabajadores sostienen que es un preso político que fue perseguido para impedirle ganar las elecciones del año pasado que consagraron a Bolsonaro.