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Brasil en discordia por el coronavirus: renunció un epidemiólogo del Ministerio de Salud


Wanderson De Oliveira, secretario de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud, cuestionó en varias ocasiones el discurso de Bolsonaro, quien niega el alcance del Covid-19

En el medio de la crisis producida por el coronavirus, en Brasil también crecen las luchas internas y en las últimas horas el secretario de Vigilancia Sanitaria del Ministerio de Salud local, Wanderson de Oliveira, renunció a su cargo, una noticia que podría anticipar la salida forzada del titular de esa cartera, enfrentado hace semanas con el presidente Jair Bolsonaro por la gestión ante la pandemia.

La renuncia de Wanderson de Oliveira, un hombre clave del equipo que lidera la gestión de la pandemia que ya mató a 1.736 personas y dejó más de 28.000 infectados, fue informada por voceros del Ministerio de Salud, según la agencia de noticias EFE.

De Oliveira, como el ministro Luiz Henrique Mandetta, cuestionó en varias ocasiones el discurso de Bolsonaro, quien rechaza y trata de boicotear sistemáticamente las medidas de restricción de la circulación de personas impuestas por varios gobernadores.

«Infelizmente, ha llegado el momento de la despedida», aseguró el hasta hoy secretario en su carta de despedida a sus colegas del ministerio, según el portal local O Antagonista.

Además, contó que tuvo una reunión con el ministro Mandetta y que «su salida (del ministro) está prevista para las próximas horas o días», pero que no era posible determinar cuándo «será el momento exacto».

En cambio, no se animó a pronosticar si se dará a conocer con «un anuncio respetuoso» de Bolsonaro o «por el Twitter», el medio predilecto del mandatario para hacer anuncios y criticar a sus opositores.

En la carta, De Oliveira consideró que «la gestión de Mandetta se acabó».

Las tensiones entre Bolsonaro y Mandetta comenzaron hace semanas y se agravaron al mismo ritmo que el coronavirus se ha expandido por el país, especialmente en los estados de San Pablo y Río de Janeiro.

Mientras Mandetta defendió las medidas de distanciamiento social y otras restricciones adoptadas por gobernadores, Bolsonaro las rechazó y boicoteó con el pretexto de que el efecto que tendrán sobre la economía será «peor» incluso que el coronavirus, al que que tildó de «gripecita».

El ministro de Salud, sobre cuya salida del gobierno se conjetura desde hace más de una semana, tensó aún más la relación con Bolsonaro el fin de semana, cuando dijo en una entrevista con TV Globo que las diferencias entre los dos «confunden» a la sociedad.

Según Mandetta, ese doble discurso hace que el ciudadano no sepa «si escucha al ministro de Salud» o «si escucha al presidente», por lo que instó al gobierno a mantener un «discurso único» frente a la pandemia, a la que calificó de «enemigo común».

A pesar de esas crecientes tensiones, Mandetta, cuya gestión es aprobada por cerca del 75% de los brasileños, ha dicho que no renunciará porque «un médico no abandona a su paciente».