El ex vicepresidente de la Nación, quien recibió la prisión domiciliaria en el caso Ciccone, destacó la labor de Alberto Fernández en medio de la pandemia y pidió "encolumnarse detrás del Frente de Todos"
En su primera jornada fuera del penal de Ezeiza, el ex vicepresidente Amado Boudou respaldó hoy al gobierno de Alberto Fernández y consideró que «es momento de encolumnarse» detrás del Frente de Todos.
«Tenemos un gobierno responsable y un presidente como Alberto Fernández que asume el compromiso de ponerse al frente de todo», subrayó Boudou en declaraciones a radio La 990.
Tras recibir el beneficio de la prisión domiciliaria en el marco de la crisis por el coronavirus, el ex vicepresidente comenzó a cumplir la condena en su domicilio del barrio porteño de Barracas, junto a su pareja y sus dos hijos pequeños.
«Es un momento de encolumnarse detrás del gobierno», consideró el ex titular del Senado.
A su entender, «el cambio de gobierno para la Argentina fue una cosa extraordinaria», tras la salida de la administración de Juntos por el Cambio que encabezó Mauricio Macri.
«Volver a estar en casa con mi mujer y mis hijos es muy importante», recalcó Boudou, que este lunes por la noche recibió la noticia de la decisión del Tribunal Oral Federal 4, que le otorgó la prisión domiciliaria.
Al respecto, tras pasar la primera noche en su casa, señaló: «Yo no puedo más que agradecer el acompañamiento que tuvimos en todo este tiempo. En lo más feo, la vida tiene cosas, también, muy valiosas».
«Vamos a poder cambiar el mundo aunque no nos toque verlo a nosotros. Me cuidé mucho físicamente en prisión y leí mucho», indicó el ex vicepresidente de Cristina Kirchner, al dar detalles de cómo fueron sus días en Ezeiza.
Además, expresó que su pareja, Mónica García de la Fuente, «ha sido un gran sostén, mucho más que una compañera».
«Hay una gran enseñanza que nos deja este tiempo. No se puede sustituir el cariño humano, la caricia, los besos y los abrazos», agregó el ex ministro de Economía.
Este lunes, el Tribunal Oral Federal 4 le otorgó el beneficio de la prisión domiciliaria al ex vicepresidente, condenado a cinco años y diez meses de prisión por la compra venta de la imprenta Ciccone.