Por: Alejandro Maidana
A muy pocas horas de recibir un nuevo año, resulta imposible no realizar un balance profundo sobre lo que fue un 2017 demoledor para los sectores populares. El aumento de los servicios públicos, la ola de despidos, y el último cachetazo propinado por la reforma previsional, generaron un cóctel explosivo para el bolsillo y los proyectos de vida del sector trabajador.En dialogo Con la Gente, el secretario general de Luz y Fuerza Rosario Alberto Botto realizó un balance del año que se va y de las expectativas del venidero.
“A nivel sindical hemos podido cumplir con los objetivos impuestos a principio de año. Podríamos considerarlo un buen año desde ese punto de vista, pero fue imposible poder escaparle a las medidas tomadas por el gobierno nacional que afectan a la mayoría de la población”.
“Si tenemos que anclar el análisis en lo que ha sido el 2017 para los trabajadores, sin duda alguna que no ha sido bueno. La inflación, las pérdidas de puestos de trabajo, la caída del mercado de consumo por la caída del poder adquisitivo de los salarios, debido a que las paritarias no cubren el proceso inflacionario, son un termómetro infalible”, enfatizó Botto.
La depresión del mercado interno es sin dudas el estigma más grande que está dejando la conducción nacional de Cambiemos. Sobre esto el gremialista fue contundente, “cerraron mas 7.500 pymes, Unilever despidió a 65 trabajadores sin estar en crisis, Fábrica Militar dejó a 35 familias en la calle, La Mucca en Estación Díaz hizo lo mismo con más de 30 empleados, y ahora tenemos lo de Vasalli con más de 50 telegramas recibidos, y otros que estarían llegando nada más y nada menos que el 31 de diciembre a las casas de los trabajadores. La situación es desesperante”.
“Este paquete de reformas, que no es otra cosa que un ajuste explícito, afectó a un amplio sector poblacional que no es otro que el verdadero sostén del país. Dejando fuera del mercado de consumo 100.000 millones de pesos, el gobierno no hace otra cosa que pretender bajar la inflación matando el consumo. Es un claro accionar premeditado y sostenido, esto no para hasta febrero, mes en que se va a tratar de imponer la reforma laboral y por ende mas flexibilización”, indicó el referente de Luz y Fuerza.
Por último, Alberto Botto acercó un mensaje para la familia lucifuercista en vísperas de un nuevo año: “Más allá de esta situación desfavorable, vamos a resistir los embates de este modelo neoliberal con unidad y solidaridad. Somos un sindicato comprometido con el prójimo”, concluyó.