El secretario General de Luz y Fuerza de Rosario apuntó a tender puentes entre el gremio y la empresa y no descartó medidas de fuerza si no se logra
Hay que hacer memoria para recordar una situación conflictiva en lo gremial en la Empresa Provincial de la Energía (EPE). Rememorarse a fines del siglo XX y la figura de Antonio Caro, interventor de la EPE, en su proceso –trunco- de privatización. Pasaron más de 25 años y “a pesar de toda esa situación había diálogo, ahora es la primera vez que no podemos lograr un contacto fluido”, reconoció Alberto Botto, secretario General del Sindicato de Luz y Fuerza de Rosario.
“Siempre hemos hablado, obviamente cada uno defendiendo lo que representa, pero nunca se cortaba el diálogo. Estamos en democracia y el diálogo refuerza este sistema, si no lo hay es complicado”, agregó Botto en diálogo con CLG y planteó su malestar ante un ida y vuelta con la EPE, hoy encabezada por Anahí Rodríguez (ex presidenta de Aguas Santafesinas), en medio de un proceso de reforma constitucional que afronta Santa Fe con la elección de Constituyentes el próximo 13 de abril y el posterior debate de la Carta Magna en 2026.

Botto desconoció “por qué no se quiere charlar con los trabajadores” ya que aseguró que desde el sindicato lucifuercista “hemos sido equilibrados, mantuvimos una racionalidad y nunca pedimos más de lo que nos corresponde”.
En esta línea, tuvo que regresar a 1999 cuando el 25 de noviembre de ese año los trabajadores impidieron la privatización de la Empresa Provincial de la Energía. Desde ese día el gremio festeja el Día de la Militancia. “A cualquiera que le preguntes te va a decir que hace mucho tiempo no escuchan conflictos en la EPE en torno al gremio”, recalcó el secretario General lucifuercista.
Frente a esta situación, Botto no descartó posibles medidas de fuerza por parte de los trabajadores, pero abogó por el diálogo “para construir y acercar a las partes” porque “el Sindicato tiene mucho para ayudar a las gestiones ya que no nos importa quién está en el Gobierno, sino que le vaya bien a la empresa y a los trabajadores”.
Pasaron más de 15 meses de la gestión de la EPE en el Gobierno de Unidos para Cambiar Santa Fe “sin ser escuchados”, afirmó Botto y rápidamente lanzó: “No nos va a quedar más remedio que recurrir a medidas de fuerza y si es necesario llegar al paro”.
Más de 1.000 afiliados al gremio participaron del Plenario del pasado miércoles 19 en el auditorio del gremio en su sede de Paraguay al 1100 donde se discutió “desde incumplimientos de convenios hasta la caída real del salario, que ha llevado a compañeros y compañeras a quedar por debajo de la línea de la pobreza, entonces eso marcó un límite. Ya no se puede tolerar”.

La falta de personal y la tercerización de las tareas como “intento de precarización laboral” va en detrimento del servicio “que lo termina sufriendo la ciudadanía”. En este sentido, recordó que en 2023 los informes de Cammesa (Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico S.A.) posicionaban a la EPE en el primer lugar de las distribuidoras del país en cuanto a tiempo de corte real: “Queremos que la empresa siga siendo eficiente, pero para eso necesitamos de trabajadores bien pagos para tener cuestiones básicas como salud, vivienda propia o pagar un alquiler, vacacionar, mandar a los chicos a la escuela”.