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Tensión internacional

Bombardeos israelíes en Siria dejan un saldo de 15 combatientes muertos


El ejército israelí bombardeó varias posiciones de fuerzas leales al régimen de Bashar al Asad en Siria en 24 horas, matando a 15 combatientes en una escalada de las operaciones militares del Estado hebreo contra el país vecino en guerra.

En otro orden de cosas, el presidente estadounidense Donald Trump pidió el domingo al régimen de Al Asad y a su inquebrantable aliado ruso que pusieran fin a la «carnicería» y al «bombardeo infernal» de la provincia de Idlib (noroeste), el último gran bastión yihadista de Siria. Estos acontecimientos ilustran la complejidad del conflicto que devasta Siria desde 2011, con la implicación de varios actores y varias potencias.

Desde el inicio de la guerra en Siria, Israel llevó a cabo varios ataques contra el ejército sirio, pero también contra las fuerzas de Irán y del Hezbolá libanés, aliados del régimen de Bashar al Asad y grandes enemigos del Estado hebreo, ambos con presencia militar en Siria. El lunes, antes del amanecer, el ejército israelí disparó misiles contra la base aérea T4 en la provincia central de Homs, según la agencia oficial siria Sana.

Por la noche, atacó posiciones pro-régimen cerca de la capital Damasco y en la provincia de Quneitra, afirmando responder a disparos de cohetes desde Siria. En total, según el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), los bombardeos israelíes mataron a 15 combatientes: siete pro-régimen de nacionalidad extranjera murieron en Kesswa, cerca de Damasco, cinco soldados sirios en la base T4 y otros tres en Quneitra. Los medios estatales sirios hablaron sólo de cuatro soldados sirios muertos.

«Misiles enemigos» 

Según Sana, la defensa antiaérea siria en Damasco entró en acción y derribó «misiles enemigos» lanzados «desde el Golán ocupado» por Israel. El OSDH afirmó que los «almacenes y posiciones» donde se encuentran las fuerzas sirias, las fuerzas iraníes y los combatientes de Hezbolá fueron el blanco de los bombardeos, sobre todo en Kesswa, una localidad al suroeste de Damasco que ya ha sido atacada en varias ocasiones.

El ejército israelí dijo que se trataba de represalias contra el lanzamiento de cohetes desde Siria el sábado contra el Monte Hermón en el Golán ocupado. Advirtió que «consideraba al régimen sirio «responsable» de «todas las acciones emprendidas contra Israel». «No toleraremos disparos contra nuestro territorio», advirtió el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu.

Trump: «¡PAREN!

Los últimos bombardeos de Israel en Siria se remontan al 27 de mayo, cuando un misil alcanzó la provincia de Quneitra matando a un soldado sirio. El Estado hebreo dice que está determinado a evitar que su archienemigo Irán se atrinchere militarmente en Siria, donde Teherán respalda al presidente Bashar al Asad en esta guerra que comenzó hace ocho años y ya mató a más de 370.000 personas.

El régimen de Al Asad, que controla hoy el 60% del país tras haber multiplicado las victorias ante los rebeldes y los yihadistas, parece tener como siguiente objetivo la provincia de Idlib, controlada en gran parte por la organización Hayat Tahrir al Cham (HTS, antigua rama de Al Qaida). En un mes, cerca de 300 civiles han muerto en los bombardeos sirios y rusos en esta provincia y en sus zonas limítrofes, según el OSDH. Según la ONU, al menos 23 hospitales y varias escuelas resultaron alcanzadas, y más de 270.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares.

«Escuchamos que Rusia, Siria y, en menor medida, Irán, están bombardeando infernalmente la provincia siria de Idlib y matando indiscriminadamente a muchos civiles inocentes. El Mundo está viendo esa carnicería», tuiteó el presidente estadounidense Donald Trump. «¿Cuál es el propósito? ¿Qué conseguirán? ¡PAREN!», añadió.