Senadores que investigaron la gestión del gobierno de la pandemia avalaron el texto presentado en el que recomienda inculpar al mandatario de una decena de delitos
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, consideró este miércoles como «payasada que daña a Brasil» al informe de una comisión del Senado que lo acusa de haber cometido nueve delitos, entre ellos un crimen contra la Humanidad, durante la gestión de la pandemia, y que ya está en manos de procurador general del país.
«Cualquiera con un poco de criterio sabe que eso fue una payasada», dijo en una entrevista con la radio Jovem Pan, citada por la agencia de noticias AFP.
«La CPI (Comisión Parlamentaria de Investigación) causó daño, no a mí, que estoy aquí para recibir también (…). Pero para fuera de Brasil, la imagen es pésima. Creen que estamos viviendo una dictadura, que estoy deteniendo a periodistas, que maté a gente en (la pandemia) del coronavirus», agregó.
El mandatario ultraderechista advirtió asimismo que las conclusiones de la CPI podrían disuadir de «invertir» o «hacer turismo» en Brasil, algo que «nos perjudica a todos, impacta en la Bolsa, impacta en el dólar».
Ayer, 7 de los 11 senadores que investigaron la gestión del Gobierno de la pandemia avalaron el texto presentado por el legislador Renan Calheiros la semana pasada, en el que recomienda inculpar al mandatario de una decena de delitos, entre ellos «crímenes contra la humanidad», favorecer una pandemia que resultó en muerte y «charlatanismo».
También pide inculpar a otras 77 personas, incluyendo varios ministros y exministros, a tres de los hijos del mandatario y a dos empresas.
Tras la presentación del informe, el mandatario recibió el apoyo del expresidente estadounidense Donald Trump, quien dijo que «Brasil tiene suerte de tener un hombre como Jair Bolsonaro trabajando por el país».
Durante seis meses, la CPI analizó las acciones y omisiones del Gobierno durante la pandemia, que dejó 606.000 muertos; indagó por el fallecimiento de decenas de pacientes por la falta de oxígeno en Manaos, mencionó irregularidades como el «deliberado retraso del Gobierno para comprar vacunas» y denunció la existencia de un «gabinete paralelo» de médicos que asesoraba al mandatario.
Hoy, los senadores entregaron el informe final al fiscal general, Augusto Aras, considerado aliado del mandatario, y anunciaron que harán lo mismo con varios organismos -como la Policía Federal, el Tribunal de Cuentas o el Tribunal Penal Internacional- para que prosigan las investigaciones y eventualmente formulen cargos.
«Esta comisión ya produjo resultados, tenemos denuncias, acciones penales y civiles en curso, autoridades apartadas, y la llegada de este material que involucra personas aforadas contribuirá a que podamos darle la agilidad necesaria a la apreciación de los hechos que puedan ser susceptibles de castigo civil, penal o administrativamente», afirmó Aras, al recibir el informe de manos de varios parlamentarios.
Aunque podría traerle consecuencias políticas y judiciales graves, analistas coinciden en que el impacto de la decisión de la CPI a corto plazo será «simbólico», porque Bolsonaro aún tiene apoyo suficiente en el Congreso para evitar un «impeachment» y ven poco probable que el fiscal general resuelva imputarlo.