Con un promedio de más de 100 entierros por día, la fabricación de ataúdes en Manaos, la capital del estado de Amazonas al noroeste de Brasil, está cerca de sufrir la escasez total
El gobierno de Brasil negó la autorización del envío de un avión con 2.000 ataúdes a Amazonas, uno de los estados más afectados por el coronavirus, que vive en un caos sanitario y de cementerios, y cuyo sistema funerario está al borde del colapso debido al aumento de muertes por la pandemia.
Con un promedio de más de 100 entierros por día, la fabricación de ataúdes en Manaos, la capital del estado de Amazonas al noroeste de Brasil, está cerca de sufrir la escasez total de ataúdes y urnas funerarias.
Se estima que en unos días el sistema funerario colapse por completo debido a la gran demanda causada por el aumento de muertes por coronavirus.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, el estado del Amazonas registró 4.337 casos y 351 muertes por coronavirus, aunque las cifras podrían ser mucho mayores debido al creciente aumento de entierros en la capital del estado, informó O Globo.
El gobierno municipal dijo que el número de sepelios en los cementerios públicos de Manaos pasó de una media diaria de 30 a 120 en las últimas dos semanas y puso al sistema funerario en jaque.
La Asociación Brasileña de Empresas y Directores del Sector Funerario (Abredif) había solicitado al gobierno federal el apoyo logístico de 2.000 ataúdes para ampliar la capacidad de urnas funerarias de Manaos, donde los números de entierros se cuadruplicaron en las últimas semanas, informó la agencia de noticias EFE.
A través de un comunicado, Abredif informó hoy que Bolsonaro no acató su solicitud y respondió que «ya se adoptaron acciones para minimizar los impactos del coronavirus en el estado del Amazonas, entre ellas la entrega de 55 respiradores, 486 máscaras, unos 46.560 testeos rápidos y el envío de 29 profesionales de la Fuerza Aérea Nacional del Sistema Único de Salud».
Según manifestó el presidente de Abredif, Lourival Antonio Panhozzi, «la situación se agrava a cada minuto».
En un intento para minimizar la saturación del sistema funerario, el Gobierno de Manaos habilitó un servicio de cremación gratuito y, en un determinado momento, estableció que las fosas tuvieran una disposición triple para colocar hasta tres ataúdes.
La pandemia que avanza en Brasil, donde ya se reportan más de 5.000 muertes y unos 71.000 casos confirmados, llevó a los hospitales públicos del estado de Amazonas al colapso.
Manaos, la ciudad más importante de la selva amazónica, vive desde hace unas semanas la debacle sanitaria con un número reducido de respiradores, y es la única ciudad del estado que cuenta con salas de terapia intensiva que, a la vez, son muy escasas.
El ahora ex ministro de Salud, Luiz Mandetta, había prometido a la capital un hospital de campaña, pero tras ser despedido por Bolsonaro, el proyecto se desmoronó.
En tanto, el coordinador de salud indígena de Alto Solimões, otro de los focos de coronavirus en Amazonas, aseguró hoy que “las cosas están fuera de control”, luego de que ayer se registrara otra muerte de un kokama, como se denominan a las personas de un pueblo originario que habita a la vera del río Amazonas, consignó el medio brasileño.
Expertos sospechan que la Covid-19 llegó a la región a través de los vuelos Manaos-Miami, dado que la capital amazónica es una de las más cercanas con la Florida en horas de vuelo.
El temor es compartido por el gobernador del estado estadounidense de Florida, Ron DeSantis, quien ayer durante una reunión que mantuvo en la Casa Blanca con el presidente Donald Trump le dijo que le preocupa desde “hace tiempo” la posibilidad de contagios en su estado, debido a la evolución de los contagios en “Brasil y otros lugares que tienen mucha interacción con Miami”.